Donald Trump aseguró que Xi Jinping conoce las consecuencias de una posible invasión china a Taiwán: “Lo entiende muy bien”

El mandatario estadounidense evitó en una entrevista confirmar si ordenaría la intervención militar en caso de un ataque chino: “No quiero revelar mis secretos”. Aseguró que funcionarios chinos le dijeron que “nunca harían nada mientras él sea presidente”

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que el mandatario chino, Xi Jinping, es plenamente consciente de las “consecuencias” que enfrentaría China si decide actuar militarmente contra Taiwán. El jefe de la Casa Blanca participó en una entrevista en la cadena CBS, que será transmitida este domingo, en la que insistió en el que tema sobre la autonomía de la isla, considerada como rebelde por Beijing, nunca estuvo en agenda durante la cumbre entre ambos mandatarios la semana pasada.

Durante la entrevista, la periodista de CBS preguntó de manera directa a Trump si ordenaría a las fuerzas estadounidenses intervenir en defensa de Taiwán en caso de un ataque por parte de China. Trump evitó dar una respuesta clara, argumentando que “lo sabrán si sucede, y él entiende la respuesta a eso”, en relación a Xi Jinping. El presidente estadounidense agregó que durante su administración, el mandatario chino nunca sugirió un escenario militar sobre la isla: “Él nunca lo mencionó porque lo entiende, y lo entiende muy bien”.

Ante la insistencia de por qué no hace pública una postura más precisa sobre un posible conflicto en Taiwán, Trump subrayó: “No quiero revelar, no puedo revelar mis secretos. No quiero ser uno de esos tipos que le dice exactamente lo que va a pasar si algo sucede”. Agregó que “el otro lado lo sabe” y remarcó que Xi es consciente de las repercusiones. El presidente también mencionó que funcionarios chinos han afirmado en reuniones previas que “nunca haríamos nada mientras el presidente Trump sea presidente”, señalando que Beijing conoce los riesgos de una confrontación.

Estas declaraciones aparecen tras la reciente reunión bilateral entre Trump y Xi Jinping en Corea del Sur, donde ambos líderes celebraron un acuerdo comercial considerado clave para rebajar las tensiones entre Estados Unidos y China después del regreso de Trump a la Casa Blanca en enero. El acuerdo incluyó compromisos en torno a la cooperación sobre Ucrania, aunque Trump precisó que el comercio de petróleo ruso no fue discutido en profundidad.

Taiwán no fue abordado en detalle durante el encuentro, y ambos mandatarios optaron por evitar preguntas de la prensa relacionadas con la isla. Esta omisión ha incrementado la preocupación en Taipéi por la posibilidad de concesiones estadounidenses a China en pos de estabilidad geopolítica.

Durante la cita al margen de la cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Gyeongju, Trump y Xi también pactaron avanzar en la lucha contra el fentanilo. A cambio del compromiso chino de intensificar los controles sobre el tráfico de este opioide sintético, Estados Unidos se comprometió a reducir los aranceles del 20% al 10%. El evento contó con la participación de figuras clave del gabinete estadounidense y altos funcionarios chinos, reflejando la intención de ambos gobiernos de superar divergencias a través de la negociación.

Xi utilizó la metáfora de un “buque de alta mar” para describir la relación bilateral y resaltó la necesidad de que ambas naciones asuman sus responsabilidades globales. Los líderes se mostraron abiertos a una tregua en cuestiones clave, como los aranceles estadounidenses y las restricciones chinas a minerales estratégicos. El clima de la reunión contrastó con semanas de crecientes fricciones, en las que Trump amenazó con aranceles del 100% y nuevas restricciones tecnológicas como respuesta a los intentos chinos de limitar la exportación de tierras raras.

Las amenazas de China de recuperar Taiwán, incluso “por la fuerza”, han agudizado la tensión entre Washington Beijing, reactivando uno de los principales focos de fricción en su relación bilateral. Estados Unidos ha reiterado su compromiso con la defensa de la isla y ha intensificado los contactos diplomáticos y militares con Taipéi, lo que China considera una injerencia en su soberanía.

(Fuente Infobae)