El hombre acudió a la Justicia con un insólito argumento y el veredicto fue determinante.
Un hombre viajó por trabajo, despareció un día entero y cuando volvió dijo que había sufrido una crisis de ansiedad. El argumento no convenció a sus superiores, que resolvieron despedirlo de la empresa. Por lo que el trabajador decidió acudir a la Justicia.
El episodio ocurrió en abril de 2024 en España, pero reflotó en las últimas horas después de que se conociera el veredicto. El argumento de las partes y la resolución del magistrado.
El empleado viajó el 9 de abril por un curso de formación promovido por la empresa en la que trabajaba. El primer día asistió a la clase, volvió al hotel contratado por sus empleadores y después se reunió con algunos compañeros a cenar. Estuvieron en el bar hasta la medianoche, cuando se fue en un remis que corrió a cargo de la empresa, en el que se trasladó unos 15 kilómetros.
Al otro día, el hombre no se presentó a la segunda clase de la formación. Sus superiores intentaron contactarlo por todos los medios, pero fue imposible. Pasaron las horas y el trabajador seguía sin aparecer. Preocupada, la directora de Recursos Humanos radicó una denuncia por averiguación de paradero.
Después de 24 horas, durante la madrugada del 11 de abril, la Policía se comunicó con la denunciante y le dijo que el trabajador había entrado al hotel “en perfecto estado“ durante la noche.
El hombre entró al hotel, agarró sus cosas y pidió un auto para que lo traslade al aeropuerto. No era la fecha establecida para la vuelta y todavía tenía que cumplir con sus obligaciones allí. Pero de forma unilateral se contactó con la agencia de viajes y modificó su vuelo, que también fue abonado la empresa.
Cuando tuvo que dar las explicaciones correspondientes a sus superiores, dijo que había sufrido una crisis de ansiedad. El hombre presentó un certificado médico que dejaba constancia que durante la noche del 10 al 11 de abril fue atendido en urgencias por ansiedad y se le prescribió una licencia.
Sin embargo, desde la empresa lo despidieron. El hombre acudió a la Justicia con el certificado médico y demandó a sus exempleadores. Pero su denuncia fue desestimada, ya que los traslados realizados durante su desaparición dejaron en evidencia que se mantuvo activo durante el periodo de ausencia.
Disconforme con la resolución, presentó un recurso al Tribunal Superior de Justicia de Canarias, donde alegó que la consulta de los datos del trayecto en taxi y el GPS no servían como prueba ya que vulneraban su derecho a la intimidad y a la protección de datos.
Pero la Justicia rechazó nuevamente su solicitud bajo el argumento de que el servicio de transporte había sido contratado por la empresa con fines profesionales y, por lo tanto, podía controlar el uso de este servicio incluso fuera del horario laboral.
Finalmente, el Tribunal resolvió que la conducta del trabajador transgredió la buena fe contractual y representó un abuso de confianza, por lo que determinó que el despido fue justificado.
(Fuente TN)