Un estudio realizado por científicos japoneses le abrió las puertas a un tratamiento que podría aliviar a quienes suelen tener mareos por movimiento, como se conoce a la sensación y malestar que se produce al viajar en autos y otros transportes. Lo novedoso es que esta terapia ofrecería una solución sin necesidad de recurrir a medicamentos. Se trata de una técnica basada en la estimulación del oído interno con una onda sonora específica, que mostró efectos positivos en quienes padecen náuseas, vértigo y desequilibrio.
Qué es la “especia sonora”: la novedosa técnica para aliviar las náuseas y mareos
El método, conocido como “especia sonora”, fue desarrollado por investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nagoya, en Japón, y publicada en la revista Environmental Health and Preventive Medicine.Según explicaron, la terapia consiste en exponer al oído interno a una frecuencia de 100 Hz, lo que genera una estimulación vestibular que alivia los síntomas del mareo por movimiento.
“Nuestro estudio demostró que la estimulación a corto plazo mediante un sonido único llamado ‘especia sonora’ alivia los síntomas del mareo por movimiento”, expresó Takumi Kagawa, autor principal del trabajo, según informó The New York Post.
El tratamiento no solo es innovador por su mecanismo, sino también por su accesibilidad y seguridad. “El riesgo para la salud de la exposición a corto plazo a nuestro sonido único es mínimo”, dijo el experto.
El tratamiento actúa directamente sobre los órganos otolíticos del oído interno, que detectan la aceleración lineal y la gravedad. Estas estructuras cumplen un papel clave en la percepción del equilibrio y la orientación espacial. Al estimularlas con la frecuencia precisa, se logra una respuesta neurosensorial que reduce los síntomas del mareo sin necesidad de intervenir con medicamentos.
Los resultados apuntan a que tanto el desequilibrio como la disfunción autonómica que provoca el mareo podrían mitigarse mediante esta técnica auditiva.
Cómo se probó la terapia sonora que podría aliviar náuseas y mareos
Para determinar que el tono de 100 Hz era el más eficaz para activar la función sensorial que alivia estos síntomas, los científicos hicieron pruebas con ratones de laboratorio. En los estudios, se observó que una exposición de cinco minutos al sonido provocaba un alivio duradero (de al menos 120 minutos) del desequilibrio y mareos.
Luego, los ensayos se extendieron a seres humanos. Las personas que participaron de las pruebas se sometieron a situaciones que inducen mareos, como usar un simulador de conducción o viajar en un vehículo. La exposición previa al tono de 100 Hz durante solo un minuto mostró efectos positivos tanto en los indicadores físicos como en sus respuestas.
Qué beneficios ofrece esta terapia frente a otros métodos
Hasta ahora, quienes padecen mareos suelen recurrir a medicación específica, a prácticas de respiración controlada o incluso a remedios caseroscomo caramelos de jengibre. También se utilizan bandas de acupresión y algunos optan por escuchar música para distraerse. Sin embargo, estos métodos no siempre resultan efectivos y pueden presentar limitaciones según el entorno o la sensibilidad individual.
Este nuevo tratamiento supone una alternativa no invasiva, rápida y sin efectos adversos. Según la investigación, la activación de los nervios simpáticos —evaluada por la variabilidad de la frecuencia cardíaca— también se redujo tras el uso de la “especia sonora”, lo que indica una mejora del equilibrio autonómico afectado por el mareo.
“Blowin’ In The Wind” es una de las canciones más importantes de la carrera de Bob Dylan. La misma fue escrita y grabada en 1962 y luego publicada dentro del álbum The Freewheelin’ Bob Dylan (1963). Además de ser versionada por varios artistas, apareció en películas como Forrest Gump y en comerciales de Budwiser, Victoria’s Secret y más. Y un dato no menor: se la cantó al Papa Juan Pablo II.
La lírica siempre fue el aspecto más destacado de la obra de Dylan, por lo que muchas preguntas surgieron en torno a este hit que el músico tocó en vivo antes de publicarlo como single. La primera vez que la tocó en un bar de Nueva York, adelantó: “Esta canción no es de protesta o nada de eso, porque no escribo canciones de protesta”. Sin embargo, como muchas de las canciones del autor, los significados se presentan crípticos.
Bob Dylan.
En el caso de “Blowin’ in the Wind”, se trata de un conteo de preguntas retóricas que reciben una respuesta filosófica: “La respuesta, mi amigo, está soplando en el viento”. Sobre esto, el Papa le dijo a Dylan: “Tu dices que la respuesta está soplando en el viento, mi amigo. Así que allí está: pero no es el viento que vuela las cosas. Es el viento el aliento y vida del Espíritu Santo, la voz que llama y dice: ‘Ven’”.
“Me preguntaste: ‘¿Cuántos caminos debe un hombre caminar hasta convertirse en un hombre?’. Yo te respondo: ‘Uno’. Solo hay un camino para el hombre y es Cristo, quien dijo: ‘Yo soy la vida’”, agregó el fallecido Pontífice. Este tema se consolidó como clásico no solo por su bella melodía sino por lo polisémico de su letra que conmovió y planteó la reflexión del líder católico.
Para los amantes de la televisión nunca había sido tan fácil el tener acceso a un amplio catálogo de series con el surgimiento de las plataformas por streaming, aunque surge un inconveniente: entre tanta variedad de títulos y géneros que hay en el nuevo milenio ya no es nada sencillo encontrar la próxima producción para ver.
Sin embargo, pensando en estos nuevos retos, Netflix ofrece a sus suscriptores una lista con sus obras más populares, de modo que sea más fácil elegir.
Distintos géneros, todos con historias apasionantes para pasar muchas horas frente a la pantalla, en un maratón o en los ratos libres.
Las producciones más populares de Netflix Chile
1. El Eternauta
Cuando una nieve tóxica mata a millones de personas, Juan Salvo y un grupo de supervivientes de Buenos Aires deben combatir una amenaza invisible de otro mundo.
2. Las cuatro estaciones (The Four Seasons)
La amistad entre tres parejas casadas se pone a prueba cuando una de ellas se divorcia, lo que complica su tradición de hacer escapadas de fin de semana cada tres meses.
3. You
Cuando un brillante administrador de librería se cruza con un aspirante a escritor, utiliza Internet y las redes sociales para reunir los detalles más íntimos y acercarse a ella. Un enamoramiento encantador e incómodo rápidamente se convierte en obsesión mientras quita silenciosamente y estratégicamente cada obstáculo y persona, en su camino.
4. Un héroe débil (약한영웅)
Yeon Shi Eun, un estudiante modelo con calificaciones que pertenecen al 1% superior de la escuela. Se ve débil pero lucha contra numerosas violencias dentro y fuera de la escuela. Representa a un chico naturalmente débil en términos de apariencia, dominando una escuela parecida a una jungla usando su cerebro, poder analítico y herramientas.
5. El Jardinero (Le Jardinier)
Cada año, el Primer Ministro ordena la eliminación de una lista de todo tipo de alborotadores en nombre de la famosa Razón de Estado. Serge Shuster, Asesor Especial del Presidente de la República, figura en esta lista, más conocida como la Lista Matignon. Condenado a muerte segura y en el centro de una conspiración implacable y un secreto de Estado que también pone en peligro a su familia, Serge, su esposa e hijos solo tienen una esperanza: su jardinero, Léo, quien detesta que las babosas invadan su jardín.. sobre todo las que quieren matar a familias inocentes.
6. El descubrimiento de las brujas
Diana Bishop es una académica brillante que huye de su condición de bruja, pero que tras descubrir un antiguo manuscrito de alquimia en la Biblioteca Bodleian de Oxford se convierte en la protagonista de un peligroso misterio. En el camino se encontrará con el enigmático genetista Matthew Clairmont quien también tiene un oscuro secreto familiar: es un vampiro.
7. Astérix y Obélix: El combate de los jefes (Astérix & Obélix : Le Combat des chefs)
Cuando el druida olvida cómo preparar la receta de la poción mágica, Astérix y Obélix deben defender a los galos, ya que César planea usar una antigua ley contra ellos.
8. Dirty Pop: La estafa detrás de las boy bands (Dirty Pop: The Boy Band Scam)
Backstreet Boys, NSYNC.. Lou Pearlman fue el creador de algunas de las boy bands’ más sonadas de los 90 y de una de las mayores estafas de la historia.
9. Si la vida te da mandarinas.. (폭싹 속았수다)
En la isla de Jeju, una chica llena de vida y un joven decidido viven una historia repleta de desafíos y triunfos que demuestra que el amor puede trascender el tiempo.
10. Hasta que el cielo nos reúna (천국보다 아름다운)
La muerte se interpone entre dos enamorados que, tras los vaivenes de la vida, se reencuentran en el cielo. ¿Cómo se tomarán que él ronde los 30 años y ella los 80?
*Algunos títulos pueden repetirse en el ranking debido a que son diferentes episodios, temporadas o entregas, asimismo, podrían no traer descripción porque la plataforma no las proporciona.
Netflix en la guerra por el streaming
Netflix ha revolucionado la industria del entretenimiento desde su incursión en el streaming, pasando de ser un servicio de alquiler de DVDs a convertirse en una plataforma líder con millones de suscriptores en todo el mundo. Con una estrategia orientada a la producción de contenido original, ha lanzado exitosas series y películas que han captado la atención del público y la crítica, estableciendo nuevos estándares en la producción audiovisual.
Además de su impacto en el mercado estadounidense, Netflix ha ampliado su oferta internacional, produciendo y distribuyendo contenido en diversos idiomas y formatos. Esta expansión ha permitido que historias locales lleguen a una audiencia global, promoviendo la diversidad cultural y enriqueciendo el catálogo de la plataforma con una amplia variedad de géneros y estilos narrativos.
Breaking Bad, Game of Thrones, Squid Game y Euphoria son algunos de los títulos que forman parte de la época dorada de las series de televisión del nuevo milenio, las cuales se han caracterizado por ser impulsadas a través de diversas plataformas en la guerra por el streaming.
Ya sea por la calidad de los guiones, la producción, los actores y hasta su formato, Netflix se ha convertido en una de las plataformas favoritas de los espectadores para ver este tipo de producciones.
El Top 10 de series en Netflix
1. Las cuatro estaciones (The Four Seasons)
La amistad entre tres parejas casadas se pone a prueba cuando una de ellas se divorcia, lo que complica su tradición de hacer escapadas de fin de semana cada tres meses.
2. You
Cuando un brillante administrador de librería se cruza con un aspirante a escritor, utiliza Internet y las redes sociales para reunir los detalles más íntimos y acercarse a ella. Un enamoramiento encantador e incómodo rápidamente se convierte en obsesión mientras quita silenciosamente y estratégicamente cada obstáculo y persona, en su camino.
3. El Eternauta
Cuando una nieve tóxica mata a millones de personas, Juan Salvo y un grupo de supervivientes de Buenos Aires deben combatir una amenaza invisible de otro mundo.
4. Nueva vida en Ransom Canyon (Ransom Canyon)
La pasión cala hondo en un pueblo de Texas donde tres dinastías de ganaderos se enfrentan por sus tierras, su legado y las personas que quieren.
5. Momentos decisivos: La guerra de Vietnam (Turning Point: The Vietnam War)
Esta serie documental invita a la reflexión y analiza las terribles consecuencias de la guerra de Vietnam, desde el incidente del golfo de Tonkín hasta la caída de Saigón.
6. Astérix y Obélix: El combate de los jefes (Astérix & Obélix : Le Combat des chefs)
Cuando el druida olvida cómo preparar la receta de la poción mágica, Astérix y Obélix deben defender a los galos, ya que César planea usar una antigua ley contra ellos.
7. Battle Camp
8. Black Mirror
Black Mirror es una serie de televisión británica creada por Charlie Brooker que muestra el lado oscuro de la vida y la tecnología. La serie es producida por Zeppotron para Endemol. En cuanto al contenido del programa y la estructura, Brooker ha señalado que “cada episodio tiene un tono diferente, un entorno diferente, incluso una realidad diferente, pero todos son acerca de la forma en que vivimos ahora – y la forma en que podríamos estar viviendo en 10 minutos si somos torpes”.
9. El joven Sheldon
En esta serie derivada de ‘Big Bang’, Sheldon Cooper tiene 9 años y se salta cuatro cursos para entrar directamente a la secundaria junto con su hermano mayor, menos listo que él. La vida en ella no será fácil, ya que sus compañeros, sus padres, su hermana melliza, su abuela y sus vecinos no entienden a Sheldon.
10. Cheat: Unfinished Business
*Algunos títulos pueden repetirse en el ranking debido a que son diferentes episodios, temporadas o entregas, asimismo, podrían no traer descripción porque la plataforma no las proporciona.
El éxito de Netflix que redefinió el streaming
Netflix, la plataforma de streaming que ha transformado la forma en que consumimos entretenimiento, continúa consolidándose como un referente en la producción de contenido original. Desde su lanzamiento, ha expandido su oferta de series, películas y documentales, impactando la industria del cine y la televisión. Títulos como “Stranger Things” y “The Crown” han capturado la atención del público global, convirtiéndose en fenómenos culturales y recibiendo numerosos premios.
La empresa ha sabido adaptar sus estrategias para mantenerse competitiva en un mercado cada vez más saturado, invirtiendo en producciones internacionales para atraer a una audiencia diversa. Esta apuesta por la variedad cultural ha permitido a Netflix ampliar su alcance y consolidarse en el ámbito global, ofreciendo contenido en múltiples idiomas y poniendo en el centro de atención historias que antes podrían haber pasado desapercibidas.
Antes de que Bruce Springsteen se convierta en “El Jefe” del rock norteamericano, hubo un instante que cambió el rumbo de su vida. No fue ni una guitarra, ni un show en particular, ni una propuesta. Fue una canción. ¿El responsable? Un joven Elvis Presley cantando “Hound Dog”. Así lo reveló el propio Springsteen en una entrevista con el programa Desert Island Discs de la BBC Radio.
“Cuando la escuché, me atravesó el cerebro como un rayo”, recordó. “Me di cuenta, de golpe, que había algo más en la vida que lo que conocía. Había una visión, algo por lo que vivir. Era pura energía. Yo era muy joven, pero me golpeó como un trueno”. Ese golpe fue el inicio de una obsesión que definiría su carrera. Aunque con los años Springsteen encontraría influencias determinantes en Bob Dylan, The Beatles y Roy Orbison, ningún artista tuvo tanto impacto en su carrera como lo hizo Elvis.
Elvis Presley. Foto: Instagram de Elvis Presley.
En 1977, Springsteen asistió a un show de Elvis con la ilusión de ver en vivo a su ídolo. Sin embargo, no todo salió como lo esperaba: “No fue una buena noche”, admitiría tiempo después. La decepción lo llevó a componer “Fire”, una canción que soñaba con entregarle al propio Presley. Lamentablemente, el destino tenía otros planes: Elvis murió antes de que el demo llegara a sus manos y el tema terminaría en la voz del cantante rockabilly Robert Gordon.
La devoción de Springsteen por Presley no terminó ahí. En 1985, en una anécdota ya clásica, Springsteen intentó colarse en Graceland, la famosa mansión de Elvis. “Vi una luz encendida en el segundo piso y pensé: ‘Elvis tiene que estar despierto, leyendo o algo’”, contó entre risas durante un show. Escaló las rejas, llegó hasta la puerta y preguntó si estaba en casa. “Está en Lake Tahoe”, le respondió el guardia, antes de escoltarlo fuera del lugar, sin reconocerlo.
Su devoción por Bob Dylan
Además de su admiración por Presley, Bruce también reconoció la influencia que tuvo Dylan en su formación. “La primera vez que escuché a Dylan, estaba en el coche con mi madre escuchando WMCA, y sonó ese golpe de tambor que parecía como si alguien hubiera abierto la puerta de tu mente de un puntapié“, recordó cuando fue convocado para hablar en la inducción de Dylan al Salón de la Fama del Rock and Roll.
El músico continuó: “De la misma manera en que Elvis liberaba tu cuerpo, Dylan liberaba tu mente y nos mostraba que porque la música fuera física no significaba que fuera anti intelectual. Tenía la visión y el talento para hacer una canción pop que contuviera el mundo entero. Inventó una nueva forma en que un cantante pop podía sonar, rompió las limitaciones de lo que una grabación podía lograr y cambió la cara del rock and roll para siempre“.
La canción que podría escuchar por el resto de su vida
Uno de los máximos referentes de Springsteen fue el fallecido FrankSinatra. Como el gran admirador del cantante que era, The Boss no solo gustaba de las canciones de Sinatra por sus letras y/o música, sino porque estas lo hacían viajar mentalmente a su Nueva Jersey natal, donde se crió escuchando a su colega, con quien años después pudo entablar una relación. En una entrevista con Stephen Colbert en 2021, a Springsteen se le pidió que nombrara el único track que escucharía por el resto de su vida y respondió: “¿Uno? Guau. ‘Summer Wind’, de Frank Sinatra“.
En una muy fría noche de invierno, un grupo de amigos juega una partida de truco en el altillo del chalet de Vicente López en el que vive Juan Salvo. De pronto, notan que algo inusual ocurre afuera: una nevada extraña está cayendo sobre el barrio. Salvo y los otros jugadores de cartas no lo saben, pero ese será el arranque de una aventura que marcara sus vidas para siempre.
Así comienza El Eternauta, la monumental historieta argentina guionada por Héctor Germán Oesterheld y dibujada por Francisco Solano López, que se publicó por primera vez en 1957 y que ahora, casi 60 años después, tiene su versión como serie en Netflix, protagonizada por Ricardo Darín, en el rol de Juan Salvo.
La historieta, y ahora la serie, relata una invasión extraterrestre sobre el planeta tierra y la batalla que un grupo de hombres sencillos, encabezados por Salvo, entabla contra el invasor en escenarios cotidianos de la ciudad de Buenos Aires y alrededores, donde reinan el caos y la destrucción.
El Eternauta, en Netflix: el tráiler de la serie con Ricardo Darín
Una enorme tragedia
Menos de 20 años después de la publicación de la que fuera su obra cumbre, Oesterheld vivió su propia historia de horror y destrucción. En los comienzos de la última dictadura militar, tanto él como sus cuatro hijas -dos de ellas, embarazadas-, sufrieron la desaparición y el asesinato bajo la maquinaria del terrorismo de Estado.
Así, tras el accionar criminal del gobierno de facto, de la numerosa familia Oesterheld solo quedaron Elsa Sánchez de Oesterheld, la esposa del guionista, y dos de sus nietos, Fernando y Martín. La mujer, que falleció en junio de 2015, dejó, a lo largo de los años, en varias entrevistas y documentales, testimonios que dan cuenta de la vida con su marido y sus hijas, y también de la enorme tragedia que le tocó vivir.
“El Eternauta (en el comienzo) era un fresco de la vida cotidiana de todos, de la gente de clase media -decía Elsa en un documental del año 2011-. Ahora, el contenido (de la obra) fue casi como una premonición. El Eternautafue un paralelo de lo que ocurrió en el país y de lo que me pasó a mí y a mi familia, que la destruyeron… eso fue lo que le pasó al país, que lo destruyeron”.
Entonces, él tenía 24 años y ella apenas 18. “Era bastante mayor que yo -añadía Elsa-. Creo que lo deslumbró algo que para mí era natural: mi pasión por la lectura y la música clásica. Parece mentira, pero a mí me sedujo algo parecido en él, porque yo necesitaba tomar contacto con la sabiduría, y vaya si lo hice”.
Dos años después, en 1947, se casaron y se fueron a vivir a una casa en Béccar, frente a la estación de tren.
Elsa definía en sus entrevistas a Héctor como un hombre introvertido, que “leía las 24 horas” y era “un científico nato”. En términos políticos, él era “un libre pensador de izquierda de una inteligencia abrumadora”.
‘Sócrates’ pronto se recibió de geólogo y empezó trabajar en el Banco de Crédito Industrial, en el Departamento de Ingeniería Minera, y también en YPF. Pero su pasión real iba por otro lado.
“Casi me divorcio”
“Como hobby escribía historias para chicos. Su cabeza era una especie de máquina de crear que no terminaba nunca. Hasta que un día la editorial Abril le ofreció la dirección de una revista, Gatito”, contaba Elsa.
Eso ocurrió a comienzos de la década del ’50 y la idea de convertirse en guionista de historietas a tiempo completo no le hizo mucha gracia a ella. “Cuando vino a mi casa y me lo dijo, casi me divorcio”, contaba en Siete días, y añadía: “Entonces pensaba que era una pavada, no podía entender cómo alguien que dominaba cuatro idiomas aceptó meterse en eso”.
“Para colmo, firmaba con seudónimo”, decía la viuda de Oesterheld, hablando de este tema con el diario Tiempo Argentino, en 2011. Pero allí, añadía: “La verdad es que era tan bueno que las editoriales más importantes se lo disputaban permanentemente. Héctor para ellos era una solución porque hacía todo bien: escribía, hacía guiones excelentes, traducía..”.
Elsa resumía las virtudes de su marido como historietista de la siguiente manera: “Él transmitía emociones y sentimientos con una capacidad de síntesis muy grande” y “cambió la historieta, porque le puso contenido filosófico, político y científico”.
“Una época maravillosa”
Para el año 1955, Oesterheld abrió su propia editorial, Frontera, donde, en sus dos revistas, Hora Cero y Frontera, crearía a sus más memorables personajes, siempre en tándem con los más talentosos dibujantes del medio, como Hugo Pratt, Francisco Solano López, Alberto Breccia, Eugenio Zoppi, entre muchos otros.
El 4 de septiembre de 1957 salía a la luz, en Hora Cero Semanal, El Eternauta, la historieta de ciencia ficción en entregas que duraría hasta 1959 y que se convertiría en un verdadero hito para en los anales de las viñetas argentinas.
Además, a nivel familiar, a comienzos de la década del ’60, el matrimonio ya contaba con sus cuatro hijas: Estela, Diana, Beatriz y Marina. Elsa definía a esos tiempos como “la etapa más feliz” de su vida.
“Mi casa de Béccar era la felicidad porque ahí yo eduqué a mis hijas como se me dio la gana -añadía la mujer-. Ellas eran preciosas, y mi casa era como una universidad porque estaban todos los dibujantes que hubo acá. Era una época maravillosa, no había rutina posible en casa con ese mundo de creatividad. Hugo (Pratt) era como mi segundo marido. Venía a cenar todas las noches”.
Acerca del talento de su marido y la fatalidad criminal que cercenó su vida, Elsa reflexionaba: “Él era un creativo descomunal. No lo dejaron llegar a donde podía llegar. Creo que hubiera sido un guionista de cine, pero de esos que marcan rumbos en la historia. Era realmente un tipo genial”.
“Estás cometiendo un grave error”
Pero los tiempos felices no duraron para siempre. A finales de los 60 y comienzos de los 70, el mundo comenzó a cambiar y la Argentina también.
“La Juventud Peronista sedujo a las chicas y a él le cambió la cabeza el Mayo Francés, y además admiraba la intelectualidad joven y la conciencia social que se había despertado”, resumía Elsa.
El padre y las hijas, cada uno por su lado, terminaron militando en Montoneros. “(Al principio) Tomé bien su militancia, pero de lo que me daba cuenta es de que todo se estaba haciendo muy violento. Y lo que vino después fue una canallada peor”, decía Elsa en Tiempo Argentino.
“Yo lo vi clarito, y se lo dije a mi esposo y a mis hijas -narraba la mujer de Oesterheld a Siete Días-. Jamás pensé en la magnitud de la matanza, pero cuando fue lo de Ezeiza (enfrentamientoarmado entre facciones de izquierda y derecha peronista cuando llegó Perón a ese aeropuertoel 21 de junio de 1973)vi algo malo. Yo no me callaba nada y se lo dije a Héctor: ‘Estás cometiendo un grave error’. Jamás fue peronista y nunca perteneció a un partido político, no entendí nunca cómo fue que entró en Montoneros”.
En otras declaraciones, con mucha amargura, la mujer trataba de entender por qué su esposo ingresó a Montoneros. Según ella, él había sido “muy ingenuo” y remataba: “Era un filósofo que se olvidó de la práctica. Se plegó y adhirió a la violencia porque pensó que no había otra manera de cambiar las cosas. Su aporte fue como jefe de prensa de una revista que apoyaba a Montoneros”.
“Te pido que protejas a las chicas”
Cuando ya notaba que lo peor estaba por venir, Elsa hizo lo posible porque su marido despegara a las hijas de esa participación en la organización de la izquierda peronista. “Con Héctor hablamos por última vez en el bar La Fragata, de Maipú y Corrientes. Le dije: ‘Vos tenés 58 años y sabés lo que hacés. Sólo te pido que protejas a las chicas’. Fue un año y medio antes del desenlace”.
“Mis hijas lo idolatraban a él”, decía Elsa para el documental Nosotras, homenaje a Elsa Oesterheld producido por la TV Pública en el año 2010, donde contaba también la actitud del guionista ante sus pedidos: “Él me decía que no iba a ser así, era un tipo muy tranquilo. A mí lo que me importaba era que sacara a las chicas de ahí. Me oponía tenazmente a que se quedara lo más conforme porque era ‘una juventud maravillosa’. Esa frase la tengo acá. Era maravillosa, pero no para entregar la vida de esa manera”.
La intuición de Elsa acerca de lo que podían sufrir sus hijas en ese contexto del país no falló. Ninguna de las cuatro llegó a sobrevivir al horror sistemático instalado en la Argentina por la dictadura militar que tomó el poder el 24 de marzo de 1976.
Beatriz
El 19 de junio de 1976, en San Isidro, fue secuestrada Beatriz Oesterheld, de 19 años. “Beatriz era alegre, siempre estaba haciendo cosas”, la describía Elsa, y añadía un dato acerca del último día que la vio, que fue el de su desaparición: “El día que se la llevaron me propuso encontrarnos en un bar de Martínez para decirme que dejaría la militancia y se dedicaría a la Medicina, pero con una aclaración: ‘Mami, no quiero ser una doctorcita de consultorio, me voy a instalar en la selva, como el Che, o en los barrios, donde la gente necesite ayuda de verdad’. Ese día la secuestraron y su cuerpo fue el único que recibí de las cuatro”.
Beatriz desapareció cuando se dirigía a Villa La Cava y el 7 de julio llamaron a Elsa desde la comisaría de Virreyes para notificarla de que su hija había muerto. Según la versión policial, esto había sido en un enfrentamiento.
Elsa estaba convencida de que ella misma había sido utilizada como señuelo para que los hombres de la dictadura ubiquen a su hija. Así que, a partir de ahí, anuló los mínimos contactos que tenía con los demás. Héctor Oesterheld, por su parte, hacía tiempo había pasado a la clandestinidad.
Diana y Fernando
Diana tenía 23 años y desapareció en Tucumán, donde vivía con su pareja Raúl -también desaparecido- y un hijo de un año, Fernando. Ella estaba embarazada de seis meses. “Diana era un calco mío -la describía Elsa-. Se casó con un excelente muchacho de familia humilde y decidieron ir a vivir a Tucumán, donde desapareció embarazada de su segundo hijo”.
Hay versiones que dicen que Diana fue trasladada a Campo de Mayo, donde dio a luz a su criatura, que nunca pudo reencontrarse con su abuela. Fernando, en tanto, fue abandonado por los represores como NN en la Casa Cuna de San Miguel de Tucumán, de donde lo recuperaron sus abuelos paternos.
En el documental de la TV Pública, la viuda de Héctor Oesterheld no acreditaba la versión del traslado de su hija Diana: “Me dijeron que la habían traído para acá para tener familia, pero no, fue en el departamento de policía de Tucumán. La martirizaron de la manera más feroz, ella se quiso suicidar, tenía o le dieron una pastilla de cianuro, pero se la sacaron para que viviera y sufriera más… ”.
Estela y Martín
Estela, la mayor de las Oesterheld, fue asesinada junto a su pareja Raúl Mortola por un patota que actuaba de civil el 14 de julio de 1977. Ambos tenían un hijo de tres años, Martín. “Estela era la mayor, la que conocí más -contaba Elsa-. Al margen de su hermosura y sus ojos increíbles me resultaba impresionante lo que transmitía su presencia”.
Marina
Entre el 27 de noviembre y el 5 de noviembre de 1977, Marina Oesterheld, de 20 años, fue secuestrada en San Isidro. También estaba embarazada, de ocho meses. “Marina fue la que menos conocí, era la más chica, introvertida como el padre, fue la última que entró a la militancia”.
Hay información de que Marina, que estaba en pareja con Oscar Seindlis, también desaparecido, habría dado a luz también en cautiverio.
Luego de enumerar la situación en la que desaparecieron sus hijas, Elsa añadía en su testimonio un dato para nada menor: “A todo esto hay que agregar lo de Héctor, que cayó en el medio de la tragedia. Estaba afuera del país y seguro esperaban matar a las chicas para que él volviera. Los asesinos estaban interesados en él, les importaba más que sus hijas, porque no tiene ni pies ni cabeza la forma en que las asesinaron”.
El encuentro de Oesterheld con su nieto Martín
Héctor Oesterheld fue secuestrado en La Plata, el 27 de abril de 1978. “A las chicas las mataron antes que a él”, acotaba Elsa, que también contaba un dato estremecedor: que su nieto Martín, el hijo de Estela, había sido llevado un rato a visitar a su abuelo cuando este estaba detenido desaparecido. “El oficial que custodiaba a Martín lo llevó a ver a mi marido, para que le dijera dónde quería que entregara a su nieto. Héctor le dio la dirección de mis padres, que era donde estaba yo en ese momento”.
La viuda de Oesterheld contaba entonces que cuando el hombre llegó para entregarle a su nieto Martín, le dio algunos datos sobre su marido: “Señora, le voy a decir la verdad, su marido está vivo. Está así, está asá, el nene estuvo con él y le va a contar todo”. En efecto, el pequeño Martín le confirmó a su abuela que había estado con “Dady”, que era como le decían a Héctor. Elsa aseveraba que el encuentro se había dado en el centro de detención conocido como Sheraton, en Lomas del Mirador.
Hacer frente a la tragedia
A lo largo de las distintas entrevistas, Elsa Sánchez de Oesteheld fue exhibiendo distintas respuestas ante la inmensa tragedia que le tocó vivir. Ante el interrogante de cómo hizo para seguir viviendo luego de tanto dolor, ella respondió: “Esa es la gran pregunta. Yo no hice nada, no lo sé, me aferré a los chicos (sus nietos), creo que ahí saqué todo mi coraje. Me salvaron la vida”.
“El drama no me daba margen -respondió en otra oportunidad-. Estaba paralizada y sentía que mi vida iba a terminar. No quería salir de mi casa, me costaba reunirme con gente, pero lo que me dio fuerzas fueron mis nietos y acercarme a Abuelas de Plaza de Mayo por consejo de Adolfo Pérez Esquivel. Para colmo, le tenía que sumar a mis problemas lo que le pasaba a los demás: viví de cerca la desaparición de Azucena (Villaflor), de las monjas francesas, el secuestro de amigos cercanos, de compañeras de las nenas..”.
Pese a que Elsa encontró un lugar y un propósito en Abuelas, en algunas de sus declaraciones mostraba una notable, y lógica, angustia: “Yo no sé ni quién soy, ni cómo vivo, porque de lo que yo he sido no hay nada. Nada”. En otras ocasiones hablaba de su “desesperación” que la llevaba casi a “desear la muerte” ya que no encontraba ningún razón para vivir.
“Se fue en paz”
“Los chicos (sus nietos), ya felizmente son chicos espléndidamente bien plantados sobre sus pies, tienen una genética maravillosa y van a seguir una vida que realmente vale la pena vivirla, yo amo la vida por sobre todas las cosas, la amé siempre, pero ahora ya realmente no tengo consuelo”, añadía.
En el documentalElsa Sánchez de Oesterheld, un testimonio de vida, memoria de todos, de Néstor Petruccelli, del año 2011, la propia mamá de Estela, Diana, Beatriz y Marina, aseveraba serena: “Ya hoy me puedo morir tranquila, porque mi familia renació”.
La mujer concluía con una declaración de triunfo contra los asesinos de sus seres amados: “Soy una persona que juré que no me iban a aplastar y que iba a recuperar lo que me había quedado. Y hoy lo puedo decir que tengo la gran satisfacción de haber tenido la dicha enorme de mantenerme en pie”.
“Se fue en paz. Había dado todo lo que tenía. Fue la mujer que me crio tras la desaparición de mis padres”, expresó su nieto, el cineasta Martín Mortola Oesterheld, a la agencia Télam cuando Elsa murió, el 20 de junio de 2015. Tenía 90 años.
Las palabras que dijo también su nieto en aquella jornada marcan también el tamaño de la tragedia vivida por la familia Oesterheld: “Me dejó la persona que me crio y me acompañó en el camino de reconstruir la memoria de mis padres. Es el primer pariente que puedo enterrar y eso no es poco”.
La búsqueda de los nietos
Tras el estreno de la serie en Netflix, la agrupación H.I.J.O.S comenzó una campaña en las redes sociales: “¿Estás mirando El Eternauta? Si es así y naciste en noviembre de 1976 o entre noviembre de 1977 y enero de 1978 y tenés dudas sobre tu identidad o la de alguien que nació en esas fechas, contactate con Abuela», escribieron en X. Y agregaron: “Seguimos buscando a los nietos/nietas de Héctor Germán Oesterheld y Elsa Sánchez, y tal vez estén viendo esta serie basada en la obra de HGO y Francisco Solano López”.
La serie El Eternauta se estrenó el 30 de abril y en pocos días saltó a lo más alto del ránking mundial de Netflix, posicionándose en tercer lugar. Basada en la historieta de 1957 de Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López, tuvo como escenario parte de la Ciudad de Buenos Aires y de la Zona Norte. Frente a este éxito rotundo, los espectadores se preguntaron cuándo se grabó.
¿Cuándo se grabó El Eternauta?
La serie creada y dirigida por Bruno Stagnaro inició con el rodaje el 12 de mayo del 2023. Lo cierto es que previamente se había pactado una fecha de inicio para el 2021, pero a causa de las complicaciones por la pandemia de coronavirus, se retrasó la grabación.
El Eternauta, en Netflix: el tráiler de la serie con Ricardo Darín
Además, el guion adaptado demandó dos años. Desde un principio se decidió que la serie de Netflix se ambientara en la época actual y no en la década de los 50, como la historieta original.
En mayo y junio del 2023 se filmaron algunas escenas de los primeros capítulos en la Autopista General Paz y la Avenida Maipú, en los límites entre el partido de Vicente López y los barrios porteños de Saavedra y Núñez. En noviembre de ese mismo año, se informó que el rodaje sufrió retrasos por la agenda apretada de Ricardo Darín, quien interpreta al protagonista de la historia, Juan Salvo. Por lo tanto, la grabación avanzó con el resto del elenco y muchos de ellos lograron culminar sus escenas. En total, ese proceso demandó 148 días y finalizó en diciembre.
Vicente López. En los límites con la Ciudad de Buenos Aires. Allí inician los primeros capítulos, en un barrio residencial donde el entorno comienza a cubrirse de blanco. Además, se muestra la Avenida Maipú y la estación del Tren Mitre.
Autopista General Paz. El camino de 24,3 km de extensión es donde Juan Salvo y los sobrevivientes de la nevada tóxica tienen una batalla con los Cascarudos, unas bestias similares a los escarabajos, pero de enormes dimensiones.
Estadio Monumental. La cancha de River es el lugar que Juan Salvo y su grupo establecen como refugio.
Barrancas de Belgrano. Allí, Juan Salvo y Alberto Franco se topan por primera vez con un invasor extraterrestre, a quien deciden llamar “Mano”.
Plaza Italia. En este espacio verde Juan Salvo sufre un grave contratiempo luego de que un edificio cae sobre ellos.
Plaza del Congreso. En este emblemático lugar se encuentra el cuartel general de la invasión alienígena, el mismo en el que se produce el combate.
Cabe aclarar que el rodaje transcurrió en 35 escenarios reales y otros 25 de carácter virtual, que fueron especialmente creados para este proyecto audiovisual. Amplias zonas de Buenos Aires fueron escaneadas digitalmente y traducidas a un sistema de realidad virtual Unreal Engine, para luego ser proyectadas en una pantalla gigante en el set. Esto permitió grabar escenas exteriores de diferentes entornos consecutivamente, sin sacrificar el realismo.
¿Cómo está compuesto el elenco de El Eternauta?
Además de Darín, el elenco está compuesto por Carla Peterson (Elena), César Troncoso (Alfredo Favalli), Andrea Pietra (Ana), Marcelo Subiotto (Lucas), Claudio Martínez Bell (Polsky), Ariel Staltari (Omar) y Mora Fisz (Clara Salvo).
Este lunes, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardoanunció una serie de medidas para fortalecer la industria del cine nacional, en respuesta al impuesto del 100% a películas extranjeras establecido por la administración del presidente Donald Trump.
El domingo, a través de la red social Truth Social, el mandatario estadounidense anunció que instruyó al Departamento de Comercio y al Representante de Comercio a comenzar el proceso para imponer un arancel del 100% a toda película exhibida en el país que haya sido producida en el extranjero.
La medida, argumentó Trump, busca contener la crisis que atraviesa Hollywood en los últimos años. “Otros países ofrecen todo tipo de incentivos para alejar a nuestros cineastas y estudios de Estados Unidos… Hollywood y muchas otras zonas de Estados Unidos están siendo devastadas”, escribió el mandatario.
El anuncio surge dos semanas después de un desalentador reporte de la productora FilmLA. De acuerdo con sus estadísticas, la producción de filmes y programas de televisión en el área metropolitana de Los Ángeles disminuyó un 22% en el primer trimestre del año, generando millonarias pérdidas económicas.
“Como el segmento más grande y más afectado de la economía de producción cinematográfica de Los Ángeles, las caídas en la televisión tienen amplias repercusiones en el empleo”, indicó FilmLA, quien en su reporte subrayó que actualmente se contabilizan 9 mil días de rodaje anuales, cuando en 2021 Hollywood reportaba el doble.
Claudia Sheinbaun anuncia apoyo al cine mexicano
Durante La Mañanera del Pueblo de este lunes, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció que su administración dará más apoyos a la industria nacional, en espera del impacto que tendrá el impuesto en una industria que ha sido revolucionada por plataformas de contenido streaming como Netflix, Amazon prime, Disney +, HBO y Apple TV+.
“Vamos a seguir, conforme avance el sexenio, apoyando más. Ahora, la manera de producir en la industria cinematográfica, es muy variado, ya no es como antes, que todo se producía en un estudio, todo se producía en Hollywood. Se ha globalizado la industria con las plataformas digitales. Ya no todo se presenta en las salas de cines, sino a través de las plataformas digitales se difunde muchísimo la producción cinematográfica”, indicó Sheinbaum.
Para la mandataria federal, la medida proteccionista del gobierno estadounidense es inédita, por lo tanto, su administración analizaría el impacto en la industria del entretenimiento y el cine para establecer medidas acordé al escenario que se presente: “Habría que ver el tema de los aranceles que impulsa el presidente Trump como, en algo tan global como una plataforma digital, podría implementarse”, expresó la presidenta.
Para los que superaron la barrera de los cuarenta y largos, el Circo de Moscú es una marca que, inmediatamente, remite a un clásico del entretenimiento en Buenos Aires e instalada en el inconsciente colectivo de varias generaciones que disfrutaron del magnífico arte de sus artistas a partir de una tradición ancestral y fundante en el ejercicio de las artes escénicas.
La realizadora audiovisual y guionista Saula Benavente fue en busca de esa usanza, recuperando una atmósfera, un tiempo y una historia a través de su documental Una vez, un circo, una magnífica pieza cinematográfica con imágenes de archivo de gran valor y testimonios de protagonistas de primera mano en torno a lo que, en realidad, se llamaba Circo Estatal Ruso.
“El circo me remite a mi primera infancia, por eso encontré en ese mundo algo que me interesaba contar. Además, mis antepasados eran de carromato. De hecho, el abuelo de mi papá fue un payaso muy importante de apellido Padín”, argumenta Benavente, quien, además de sus genuinos méritos artísticos, posee una atrapante historia de vida, nada usual, por cierto.
Una vez, un circo tuvo un paso muy reconocido por el Baficiy lleva tres semanas exhibiéndose en el imprescindible cine Gaumont, además de ofrecerse en cartelera de otras salas Espacio INCAA del país.
La directora recibe a LA NACION en su casa de Palermo, pletórica de vegetación y acompañada por unos cuantos gatos, dos perros y nueve tortugas. Un oasis natural en medio de la ciudad.
A poco de comenzar la charla, la conversación se interrumpe porque suena una alarma que le recuerda a Benavente que debe llamar por teléfono a su pareja, el actor Luis Brandoni, quien se encuentra en su casa durmiendo la siesta. “Tengo que despertarlo para que vaya al teatro”, aclara esta mujer de apellido ilustre, hija del notable pintor, escenógrafo y vestuarista Saulo Benavente y de la reconocida escenógrafa Graciela Galán. Además, su tía fue la recordada actriz Mónica Galán.
“Gracias, mi amor”, se escucha decir a “Beto” Brandoni desde el otro lado de la línea. Ahora sí, momento de charlar largo y tendido con Saula Benavente, entre mates y café, y bajo la atenta mirada de Sarmiento, un perrito de lo más cariñoso que se empecina en reclamar mimos y que, desde ya, logra su cometido.
Respiró arte desde siempre, criada en Paraguay y Reconquista, en un edificio donde, en cada piso, vivía una parte de la familia. Hoy, sigue inhalando estéticas, poéticas y pensamientos en torno a la creación. Incluso, desde su rol en la comisión que selecciona los proyectos ganadores del programa Mecenazgo, que se entrega en la ciudad de Buenos Aires y es sumamente valioso para el incentivo de la actividad artística.
Había una vez…
“La llegada del Circo en 1966 fue un acto de inconsciencia de mi padre y los dos socios que convenció”, explica la hija, orgullosa de la obra y las proezas de su progenitor que murió cuando ella tan solo contaba con diez años.
“Él había viajado a Rusia como miembro del Instituto Internacional de Teatro y, en Moscú, le ´chanchereó´ a la ministra de cultura de ese momento y la sedujo para que se pudiera traer a la compañía a Buenos Aires”.
-Todo un desafío económico.
-Era una época donde algunos artistas y productores se aventuraban, hoy todos somos más cautelosos. Hicieron una cooperativa, les pidieron guita a los bancos y hasta puso plata gente del Partido Comunista. La primera visita del Circo al país fue un éxito, lo cual hizo que, rápidamente, se transformara en un negocio.
La semilla del film dirigido por Benavente se remite a algunos años atrás, cuando Carlos Garaycochea, productor de la película junto con la compañía El Borde, le escribió comentándole sobre su archivo en torno al Circo de Moscú, ya que su padre, hermano del humorista Carlos Garaycochea, lo había producido en la década del ochenta. Por otra parte, el empresario había sido uno de los responsables de importar al país el material fílmico del director ruso Nikita Mijalkov.
“´Quiero hacer algo con todo el material´, me dijo. Trabajamos un año por videoconferencia, ya que eran los tiempos de la pandemia, dándole forma al proyecto”, recuerda la directora.
Sumándose a ese acervo de Garaycochea, Saula Benavente aportó lo suyo, ya que su padre, junto con otros socios, había sido el primer productor que trajo a la compañía rusa a Buenos Aires en el año 1966. “Mi papá, que falleció en 1982, lo produjo hasta la década del setenta”.
“Es el espectáculo más antiguo del mundo, que puede rastrearse desde tiempos remotos en los rituales de los cinco continentes porque la unión de la danza en sentido amplio, palabra y música que caracteriza a los ritos, está en el origen del circo”, sostuvo la siempre precisa investigadora Beatriz Seibel en su libro Historia del circo (Ediciones Del Sol).
Indudablemente, el circo es uno de los lenguajes escénicos con mayor peso específico e injerencia dentro del campo de lo escénico.
-¿Existe actualmente la compañía?
-En Rusia aún existe el Circo Estatal, con unos edificios espectaculares. Para la película entrevistamos a muchos de los artistas de aquellos tiempos en los que visitaban Argentina.
Los artistas soviéticos cruzaron por primera vez la Cortina de Hierro para presentarse en un país latinoamericano, en tiempos de la Guerra Fría. La compañía gozaba de un enorme nivel artístico hasta que, con la irrupción de la Perestroika y el fin del Estado Soviético, el circo se vio afectado. “Mi película trata sobre el circo soviético, qué impronta tuvo y cómo cae junto con la URSS”.
Conmueve ver en el documental aquellas funciones llevadas a cabo en el Luna Park porteño. Familias enteras colmando las plateas y tribunas y un espectáculo que contemplaba la presencia de animales en vivo, hoy algo que no rige en nuestro país.
El vínculo de Benavente con la cultura rusa la llevó a balbucear el idioma, algo que facilitó su tarea documental sobre el circo. “No era el propósito de la película, pero no se puede hablar del Circo de Moscú sin hablar sobre lo que iba pasando en la URSS. El utilero de Argentina me contaba que se podían dar cuenta de la situación social y política del país por cómo se manejaban los artistas, qué productos compraban en nuestro país, qué necesidades tenían. En los 70, buscaban pasear e ir a museos; pero, en la década siguiente, eran más consumistas de ropa, jeans, maquillajes; las mujeres compraban pantys y esmaltes de uñas para vender allá”, explica la directora.
Una familia
-¿Cómo es llamarse Saula Benavente?
-Estoy acostumbrada.
-Me imagino.
-De chica me quería llamar Cristina de la Torre y trabajar en un banco para poner sellos. Hoy en día me gusta mi nombre. Cuando comencé a estudiar cine, cada vez que un profesor me preguntaba cómo me llamaba, venía indefectiblemente “sos la hija de Saulo”, eso me daba mucho pudor. Hoy me puedo jactar de no haber utilizado mi nombre ni de haber pedido un favor por ser quién fue mi padre. Me da orgullo llamarme como me llamo y que no fue algo snob, sino que tiene una razón.
En plan de denominaciones “exóticas”, su hijo se llama Baldonero: “Porque me gustan los nombres antiguos”.
Hace un cuarto de siglo, Benavente formó pareja con Gerardo Rotblat, percusionista de la banda Los Fabulosos Cadillacs, fallecido en 2008. Fruto de esa relación nació Baldomero, hoy un joven de poco más de veinte años y a punto de recibirse de psicólogo. Así como su madre siente empatía por la cultura rusa, su hijo es un cultor de la idiosincrasia japonesa.
“La muerte de Gerardo me destrozó porque no sólo era un dolor mío, sino que también atravesaba a mi hijo de cinco años, fue la muerte que más me afectó”.
En cambio, reconoce que construyó su propia vida marcada por la ausencia de Saulo Benavente: “Falleció cuando yo tenía diez años, con lo cual, mi vida fue siempre sin mi papá. Se repitió la historia con mi hijo, que tampoco tuvo al suyo, nos tocó esas desgracias y construimos sin esa parte. A veces, decimos ´qué mierd… que nos pasó esto´, pero pudimos salir adelante, no son ´ausencias presentes´”.
-A partir de la diferencia de edad entre ustedes, ¿considerás que tu pareja con Luis Brandoni se gestó, inconscientemente, para reparar la ausencia de una figura paterna?
-Para nada, nunca me interesaron los hombres mayores, mi relación con Brandoni es una excepción en mi vida.
-¿Cómo se dio?
-Fue cuando acompañé a mi madre al cumpleaños número 80 de Claudio Segovia (creador de la compañía Tango Argentino). Cuando llegamos, mi silla la había ocupado Soledad Silveyra. En ese momento, desde otra mesa escucho que alguien dice “por favor, que se siente acá”. Era la voz de “Beto”. En esa mesa también estaban Marilú Marini y Ana María Picchio.
-¿Lo conocías?
-Al pasar. Luego de eso nos vimos un par de veces, compartimos algunas comidas.
-¿Te atrajo?
-Soy curiosa y él es muy encantador. Debo reconocer que, al principio, me costó lo de la edad, sobre todo por el “qué dirán” de la gente. Al principio, me preocupaba que en la calle pudieran pensar que se trataba de un vínculo “sugar daddy”, pero, rápidamente me di cuenta que yo no contaba con los atributos físicos para que se supusiera eso.
Cuando comenzó la relación, Saula Benavente contaba con 40 años y Luis Brandoni había cumplido los 73.
-¿Quién tomó la iniciativa?
-Él. Me acuerdo que le comentaba a mi tía Mónica (Galán) que me había invitado a salir Brandoni y que no sabía qué hacer.
-¿Qué te respondía?
-“Salí, andá, aprovechá”.
-¿Qué dijo tu madre Graciela Galán?
-Al principio, se lo oculté, porque, incluso, ellos habían trabajado juntos. Uno cree que es re canchero, pero tuve que vencer muchos prejuicios, hasta que entendí que no me tenía que importar lo que opinara el resto del mundo.
-¿Cómo es el vínculo con las hijas de Luis Brandoni?
-Me llevó muy bien con las chicas.
-¿Así fue siempre?
-Fue una construcción, pero, como ellas ya eran mujeres adultas no tuvimos que organizar una familia ensamblada. Todo fluyó rápidamente.
-¿Tenés trato con Martha Bianchi, la exesposa de Brandoni?
-Claro, todo es normal, no hay nada raro. “Beto” y Martha tienen dos hijas, nietos, estuvieron juntos muchos años. Hemos pasado fiestas con todos ellos, mi mamá y mi hijo. Yo fui criada en lo que hoy se dice que es una familia “disfuncional”, muy moderna para su momento.
-¿Por qué?
-Mis padres nunca se casaron, mi madre tuvo otras parejas. A mis primos y a mí casi que nos criaron mis abuelos, porque mis viejos trabajaban todo el día. No formo parte de una “generación de cristal”. Vivíamos todos en un mismo edificio, a metros de las tiendas Harrods. En el primer piso estaban mis abuelos, en el segundo se habían instalado Lorenzo Quinteros y Tina Serrano, el tercero lo ocupábamos mi mamá y yo y la cúpula era de Mónica, mi tía hippie.
-¿Tomás dimensión de quién fue Saulo Benavente para la cultura argentina?
-Sí, cada vez que digo mi nombre aparecer algo bueno, jamás escuché una crítica hacia mi papá, todos se refieren con admiración y cariño hacia él, aunque, las nuevas generaciones que estudian arte, cine o teatro desconocen quién fue.
-Una falencia grave.
-Tiene que ver con la formación que hoy reciben los profesionales, con el poco valor que se le da a la obra de gente destacada y a la historia, por eso, haber hecho el documental sobre el Circo de Moscú lo siento como una necesaria preservación del patrimonio.
Es necesario resaltar su valor incalculable: El Eternauta es un tesoro de la cultura nacional. Publicada por entregas en una revista semanal entre 1957 y 1959 -luego compiladas en un tomo-, la obra escrita por Héctor Germán Oesterheld e ilustrada por Francisco Solano López, que imagina una Buenos Aires atacada por fuerzas alienígenas, no solo es un hito de la historieta argentina -cuando aún no existía el concepto de novela gráfica y se consideraba un género menor-, también fue pionera de la ciencia ficción en español, abriendo el terreno con su influencia al resto de Latinoamérica.
Como si fuera poca la magnitud que la envuelve, El Eternauta también quedó ligada a uno de los momentos históricos más cruentos del país, con el secuestro y desaparición de Oesterheld –quien estaba escribiendo una segunda parte desde la clandestinidad- y su familia, a manos de la dictadura cívico-militar en 1977. De esta forma, los mensajes centrales de su obra magna, tales como el antiimperialismo y la importancia de la resistencia colectiva frente a la opresión, cobran una relevancia escalofriante, acaso premonitoria, y su lectura política adquiere un espesor innegable.
La tarea, entonces, de adaptar las viñetas al lenguaje audiovisual no resultaba nada sencilla, y no solo por lo simbólico, sino porque también implicaba un enorme desafío técnico: era indispensable una Buenos Aires apocalíptica cubierta de nieve. Durante décadas, varios sectores de la industria tomaron el proyecto para luego tener que abandonarlo por falta de presupuesto o de licencias de derechos. Adolfo Aristarain en 1998, Lucrecia Martel en 2008, incluso el propio Oesterheld a fines de los 60 no pudo con un intento de versión animada.
Hasta que, en 2020, Netflix lo logró: compró los derechos y anunció que sería una serie, dirigida por Bruno Stagnaro y producida por K&S Films. Pero todavía no: el rodaje se pospuso hasta 2023 a causa del COVID-19. Cinco años después de aquel primer anuncio, finalmente se estrena por la N roja, y los aires de trascendencia se mantienen, como corresponde, como se lo merece.
El Eternauta se convirtió en la mayor producción televisiva de la historia del país, con un despliegue técnico inédito para la región, combinando paredes de croma con tecnología de set virtual para recrear una Buenos Aires devastada sin nada que envidiarle a la ciudad de Nueva York, eterno blanco anglosajón de las invasiones extraterrestres en el imaginario popular. El gesto se vuelve explícito con el guiño de incluir la Estatua de la Libertad de Munro en una de las escenas, para mayor placer tercermundista.
Y la recepción no se queda atrás: a menos de una semana de su estreno, ya es la serie más vista de Netflix en veinte países, ubicándose como la tercera serie más vista a nivel global. Ahí va de nuevo El Eternauta, 65 años después, alentando ahora a la industria audiovisual de la región a apostar por ficciones de género de alto vuelo, con valores de producción hollywoodense e idiosincrasia propia.
Ricardo Darín en El Eternauta (2025). Foto: Netflix.
Esta primera temporada —ya está en marcha el rodaje de una segunda— consta de seis episodios, pero ya desde la primera escena sus guionistas parecen advertirnos que se trata de una nueva versión con considerables —y, por lo tanto, arriesgados— ajustes de adaptación. Nada es reconocible en esas primeras imágenes donde unas adolescentes en un velero escuchan cumbia y usan sus celulares. Lo más llamativo, claro, es que ocurre en la actualidad. Y eso lo cambia todo.
Esta fuerte decisión autoral fue acertada. Esa contemporaneidad no es un mero capricho, sino que es usada concienzudamente para insertar la narrativa fantástica de El Eternauta en un marco histórico más amplio. Esto le permite enlazarla con eventos más recientes de manera directa y natural, generando así un efecto muy fuerte de verosimilitud, pero también de identificación y sentido de pertenencia en el espectador argentino de hoy.
El contexto de La Guerra Fría y el Golpe de Estado de 1955 que impregnaba el material original ahora es reemplazado por protestas virulentas que remiten a la crisis del 2001 y recuerdos traumáticos de la Guerra de Malvinas. Juan Salvo ahora tiene un pasado personal que aprieta la llaga patriótica colectiva. Con estos cambios, El Eternauta se mira a sí misma en clave nacional como nunca antes. El detalle más liviano, pero no por eso menos emotivo, del repertorio argento de canciones que también titulan los capítulos —desde Gardel y Manal, hasta Mercedes Sosa y El Mató— termina de cerrar esta especie de celebración de lo propio sin caer en chauvinismos berretas.
Al trasladar el relato al presente, se genera también un juego interesante en torno a la tecnología de cada época, que deja una reflexión tan pesimista como realista: cuanto más avanzamos técnicamente, menos preparados estamos para enfrentar un eventual cataclismo.“Lo viejo anda”, dice contento Favalli, cuando descubre que un auto de los años 50 sí funciona por depender más de la mecánica que de sistemas computarizados. “Sin wifi no somos nada”, concluye otro personaje frente a los demás, todos encerrados y totalmente incomunicados por varios días porque la única manera de comunicarse y entender qué es lo que está pasando es por radios analógicas de onda corta.
Ariel Staltari y Orianna Cárdenas en El Eternauta (2025). Foto: Netflix.
La serie conserva el grupo de amigos protagónico y el inicio de la historia con la partida de truco. Allí están Juan Salvo —Ricardo Darín es el actor más argentino posible así que el papel tenía que ser suyo—, el Tano Favalli interpretado por César Troncoso, Lucas por Marcelo Subiotto y el Ruso Polsky por Claudio Martínez Bel, que cae víctima de su propia ansiedad. De todas formas, hay modificaciones que enriquecen la trama. La casa donde se reparten las cartas es en Vicente López, pero no es la de Salvo sino la del Tano, lo que permite introducir a su esposa Ana, interpretada por Andrea Pietra.
Además, hay nuevos personajes ajenos al grupo de amigos para generar conflictos internos en el encierro, como Omar —Ariel Staltari, el querido Pollo de Okupas que también participó en el guion— e Ingrid —interpretada por Orianna Cárdenas—, una chica venezolana delivery de app. Es notoria una mayor participación de personajes femeninos al ampliar también el papel de Clara, la mujer de Salvo interpretada por Carla Peterson, que aquí es ex mujer en otro guiño moderno.
Esta primera entrega se siente como un prólogo visualmente deslumbrante: una Buenos Aires nevada, deformada, poblada de cascarudos con un CGI convincente. Hay drama, intriga, suspenso, desarrollo de personajes y un avance pausado, donde los invasores se revelan de a poco y el grupo recorre Zona Norte hasta llegar, recién en el último capítulo, a CABA, epicentro del desastre. Las verdaderas batallas aún no llegaron. La cancha de River Plate tiene que volver a aparecer. Ya lo anticipó Darín: “Este proyecto es una locura, y lo que viene va a ser el doble”.