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El Eternauta: coincidencias y diferencias entre la historieta y la serie

En su primer libro, precisamente titulado Comienzos, el gran crítico cultural Edward Said dice que un comienzo es un acto de interpretación, establece el modo en el que un autor estructura el significado de su texto. El comienzo de El Eternauta, la miniserie creada, coescrita y dirigida por Bruno Stagnaro (Pizza, birra, faso, Okupas) basada en la ya legendaria historieta de Héctor G. Oesterheld y Francisco Solano López, impone una distancia entre las dos obras. La primera escena de la serie transcurre en un lugar jamás visitado por la historieta, un velero en medio del río, y con un tipo de personaje prácticamente ausente en el original: mujeres. Tres amigas navegan por la oscuridad cuando la luz verde de una aurora ilumina el cielo; al mismo tiempo, la costa desaparece a causa de un apagón masivo y un silencioso copo de nieve cae sobre la cubierta del barco en plena noche veraniega. Así es cómo se acaba el mundo.

Una de las primeras escenas de El Eternauta

Es un comienzo que nos dice que no se va a reverenciar la obra de Oesterheld como un texto sagrado sino que la serie se atreverá a cambiar, agregar o corregir todo lo que considere necesario. Paradójicamente, lo que sigue a este prólogo es el episodio más fiel al cómic de los seis que constituyen la primera temporada. Casi todo el mundo conoce, al menos a grandes rasgos, ese punto de partida: una noche de truco entre los amigos Juan Salvo, Favalli, Lucas y Polsky, la sorpresa de una nevada en Buenos Aires, el descubrimiento siniestro de que el contacto de los copos con la piel es letal y la confección casera de un traje aislante para salir a calle, a la inesperada aventura de encontrarse con una invasión alienígena en Vicente López. Desde ese territorio común entre el cómic y la serie, Stagnaro se adueña cada vez más de la historia y la acerca a su obra previa, incluso hasta su lejano cortometraje Guarisove, sobre la guerra de Malvinas.

A partir del capítulo dos, cada episodio tiene una larga peripecia que no está en la historieta y que, por lo general, tiene más que ver con las tensiones entre sobrevivientes y la paranoia de no saber si los otros son amigos o enemigos que con la lucha directa contra fuerzas extraterrestres. Stagnaro declaró que uno de sus proyectos cinematográficos nunca realizados estaba centrado en el estallido de una guerra civil en el país. Evidentemente, algunas de esas ideas llegaron hasta aquí. La serie circula en una doble dirección: amplios desvíos argumentales propios para después volver a un momento emblemático de la historia de Oesterheld.

Más allá de la gran cantidad de cambios puntuales que seguramente serán debatidos (Salvo está divorciado; Favalli, casado; el tornero Franco es ahora el motorman de una locomotora, etc), la modificación general más notoria, a la vez, es y no es una separación del original: el cómic se ubica en el presente de su publicación, la Argentina de fines de la década del 50, y la serie hace lo mismo, es decir, también transcurre en el presente de su aparición, que es el nuestro. El cambio de época implica necesariamente otro conjunto de alteraciones: surgen en el paisaje urbano los supermercados chinos, los repartidores de apps en bicicleta y los cacerolazos por cortes de luz. Hay otros cambios que también se sienten como correcciones necesarias, como la aparición de más personajes femeninos (una modificación que el propio Oesterheld había encarado en la segunda versión de la historia, publicada nada menos que por la revista Gente en 1969 -con extraordinarios dibujos de Alberto Breccia- y suspendida por la propia revista con una bochornosa carta de disculpa a los lectores, no por la suspensión sino por la publicación de la historieta).

Carla Peterson interpreta a Elena, la exmujer de Juan Salvo

En la versión original solo hay tres personajes femeninos: una esposa y madre (Elena), una hija (Martita) y una tentadora con medias de red y tacos altos que, a través de mentiras y seducción, intenta llevar a los protagonistas a una trampa. Las mujeres no tienen mucho para elegir: santa o prostituta. Sus destinos son igualmente limitados: la seductora termina muerta mientras que las otras dos cumplen la función pasiva de la dama en peligro a ser salvada por el héroe. Claramente, los personajes femeninos están representados a través del filtro de una mirada masculina muy estigmatizante que no es plena responsabilidad de Oesterheld sino que tal era el tratamiento estándar de las mujeres en los géneros populares de medio siglo o más años atrás. En la serie, en cambio, Elena (Carla Peterson) es una médica que participa competentemente de la resolución de los problemas que se presentan, igual que la repartidora venezolana Inga (Orianna Cárdenas) o la adolescente Pecas (Paloma Alba), líder de un grupo de jóvenes sobrevivientes.

Andrea Pietra es Ana, un personaje creado para la ficción

La elección de Ricardo Darín para el rol de Juan Salvo supuso otra transformación que despertó polémica desde antes del estreno de la serie: Darín tiene 68 años, mientras que en la historieta Salvo es un hombre joven. Sin embargo, no hay un nombre más evidente para encabezar una producción de semejante costo y semejante carga simbólica. Es que, más allá de su calidad actoral o poder de convocatoria, Darín aporta al rol su propio peso como el actor más exitoso de la historia del cine argentino y la única estrella local con gran reconocimiento internacional. Su relevancia se transmite al personaje. Pero hay más. A diferencia de la cantidad de películas de Hollywood que nos someten al espectáculo triste de una estrella que completó los aportes jubilatorios e intenta pasar por alguien 25 años menor, esta serie se hace cargo de la edad de su protagonista y la exhibe como una virtud. “¡Lo viejo funciona!” exclama el ingeniero electrónico Favalli (César Troncoso) cuando descubre que solo la tecnología moderna quedó anulada por el imprevisible apocalipsis que les toca vivir. En definitiva, la elección de Darín y la conversión de su grupo de amigos en sexagenarios es una bienvenida reivindicación de los mayores en una época que los desprecia en favor de un culto inmerecido a la juventud. Por otro lado, el uso de tecnología perimida, vieja, tal como la radio de onda corta, superpone el presente con el pasado como si ambos convivieran en el mismo espacio y hace que el mundo de la historieta exista en el de su adaptación contemporánea.

Ricardo Darín como el Eternauta, en una escena de la serie

A pesar de todas las diferencias de la serie con el original, hay dos rasgos fundamentales que se mantienen, sin los cuales no sería El Eternauta. En un ensayo ya clásico Juan Sasturain escribió que esta obra de Oesterheld “cambió el domicilio de la aventura”. En efecto, El Eternauta ofrece una experiencia inédita: ubica las escenas maximalistas características del cine norteamericano como la lucha contra un monstruo extraterrestre en calles, avenidas o plazas que un argentino no solo reconoce sino que acaso también haya caminado. Quizá hoy, cuando se puede pedir cualquier imagen a una IA, no parezca gran cosa, pero es difícil exagerar el entusiasmo y la sorpresa que provocaba en los lectores del pasado encontrar bestias gigantes de otro planeta en la cancha de River o marchando por la General Paz. Nunca habíamos tenido algo así. Con su historieta de ciencia ficción argentina, Oesterheld amplió nuestro imaginario, nos autorizó a pensar algo que antes no habíamos pensado. La serie preserva este aspecto e incluso lo potencia porque la imagen cinematográfica es más poderosa que la ilustración para activar los resortes del reconocimiento. Alguien dirá que la Argentina ya está acostumbrada a los escenarios apocalípticos, sin embargo, estos provienen del sistema financiero en vez del espacio exterior y nunca antes habían tenido la forma fascinante de una nevada mortal. Los paisajes característicos de la ciudad que vimos mil veces ahora son nuevos, se muestran reconfigurados por los tropos del género fantástico. Al mismo tiempo que hace extraño lo conocido, la serie refuerza la argentinidad al señalar que estamos en el país de los cacerolazos, en el que no se dice “me voy” sino “me tomo el palo” (la historieta está escrita en un castellano neutro y sin voceo, otro lastre de su época) y en el que un grupo de soldados puede cantar, sumándose uno a uno en un gesto de reconocimiento compartido con los espectadores, “Jugo de tomate frío” de Manal para darse coraje antes de la batalla.

“Nadie se salva solo”

Marcelo Subiotto, Ariel Staltari, César Troncoso y Ricardo Darín

El otro rasgo definitivo que la serie comparte con la historieta está expresado en la elección del eslogan “nadie se salva solo”: el concepto del héroe colectivo, una idea que se asocia mecánicamente con El Eternauta. Es cierto que el protagonismo está repartido entre tres o cuatro amigos, pero ninguno tiene la dimensión de Juan Salvo, quien narra la historia en primera persona y le da título. No solo eso, si se lee con detenimiento qué cuenta el cómic, queda claro que el sentido de “colectivo” es problemático. En principio, porque hay más de uno. Por un lado, están Salvo, Favalli, el tornero Franco, es decir, el grupo de héroes sobre el que reposa la acción, que forman un colectivo bastante laxo y heterodoxo: tienen desacuerdos y cada tanto alguno toma una decisión contraria a la opinión de la mayoría. Por otro lado, hay un colectivo mucho más fuerte, compacto y cercano a la definición estricta del término, dado que actúan obedeciendo a una dirección centralizada: el de los hombres-robots, humanos sometidos al control extraterrestre por un dispositivo que llevan clavado en la nuca.

Este tipo de personaje es característico de la ciencia ficción norteamericana de la década del 50, producida como un estertor de la paranoia macartista y del “red scare” o el miedo al surgimiento de comunismo en los Estados Unidos. Un relato emblemático del período es La Invasión de los ladrones de cuerpos (ya sea la novela de 1954 de Jack Finney o la más popular versión cinematográfica de 1956 de Don Siegel) en el que esporas llegadas del espacio se desarrollan hasta convertirse en réplicas de los seres humanos, aunque con una mentalidad de colmena, un verdadero colectivo sin voluntad individual concentrado en la conquista del planeta. La metáfora paranoica era clara: cualquier vecino puede ser en verdad un comunista bajo el control de la Unión Soviética. Los hombres-robots de Oesterheld son otra versión de la misma idea que abundaba en la ficciones de la época. Probablemente el guionista la haya tomado de Amos de títeres, una novela de Robert Heinlein en la que parásitos venidos de una luna de Saturno invaden el cerebro de los humanos y se apoderan de su voluntad. No solo este concepto esencial de El Eternauta puede rastrearse hasta Heinlein. En un episodio menor de Tropas del Espacio, la ciudad de Buenos Aires es atacada y destruida por una raza de insectos gigantes. Oesterheld era un gran admirador del escritor, a quien solía leer en la revista especializada Más Allá. Considerado el decano de la literatura fantástica norteamericana y uno de los creadores de la ciencia ficción militarizada, Heinlein se definía políticamente como anticomunista y libertario, es decir, alguien que valora más que nada la libertad individual y de las fuerzas del mercado, y sus obras reflejaban esta ideología. Al inspirarse en algunos de sus símbolos, Oesterheld arrastró con ellos su significado. No es nada difícil ver, entonces, a los invasores que obedecen ciegamente una planificación central como el verdadero colectivo que es enfrentado por la iniciativa individual de Salvo, Favalli y algunos otros que se organizan libremente, sin la necesidad de un gobierno que, tras la nevada, ya no existe. Los Cascarudos, los Gurbos, los hombres-robots, controlados a la distancia por un Mano, son torpes y poco eficientes. Aquello que los hace temibles es su número y su fuerza bruta. Sin embargo, pequeños grupos de humanos pueden derrotarlos porque tienen la ventaja de una voluntad propia. La libertad individual triunfa sobre el colectivismo.

Cesar Troncoso es Favalli

La obra de Oesterheld suele ser leída desde la izquierda en otros términos: la invasión es el colonialismo de las potencias centrales, la resistencia de los sobrevivientes es la resistencia peronista tras la proscripción o, incluso, la lucha armada para frenar al capitalismo deshumanizador. Sin embargo, estas lecturas se basan en la historia personal del escritor, quien en los últimos años de su vida hasta su desaparición en 1977, durante la última dictadura militar, integró la organización Montoneros. Su militancia revolucionaria se ve reflejada en su biografía del Che Guevara, en la reescritura que hizo de El Eternauta en 1969 y en la segunda parte de la historieta, escrita tras su pase a la clandestinidad y publicada en 1976. Sin embargo, la primera parte de la historia, creada a fines de los 50, parece más cercana a las ideas del desarrollismo, la teoría económica que postula la industrialización de los países periféricos. De hecho, en varias viñetas puede verse la pintada “Vote Frondizi” y es innegable que Favalli tiene la cara de Rogelio Frigerio, el principal asesor económico del presidente desarrollista. Desde este punto de vista, los protagonistas de la historieta son un reflejo del país frondizista que apuesta a la ciencia y a la tecnología para crecer: Juan Salvo tiene una pequeña fábrica de transformadores, Favalli es un profesor de física y Lucas, un entusiasta de la electrónica. Es decir, si hay un sujeto colectivo representado en El Eternauta es la clase media profesionalizada, emprendedores y pequeños empresarios del sector privado con los que el desarrollismo contaba para industrializar el país. El hecho de que el cómic se centre en un grupo social no quiere decir que el protagonista sea colectivo. Estos son hombres con iniciativa individual y gracias a ella pueden improvisar salidas incluso para problemas impensados como una invasión extraterrestre: con los contenidos de un garaje logran crear un traje aislante para protegerse de la nevada o se las arreglan para reconectar una radio de onda corta y comunicarse con otros sobrevivientes. Como se dijo, son el reverso exacto de la enorme masa sin voluntad propia y dirigida desde lejos, el “aluvión zoológico” de insectos, animales y robots humanos que los atacan.

La serie también preserva a la clase media como sujeto, aunque acusa los golpes de 70 años de degradación. La Argentina representada por Oesterheld ya parece una utopía: ahora hay emigrados de 2001 y empleados con deudas que no pueden pagar un alquiler. Favalli no es un docente de física sino un ingeniero electrónico, de otro modo no podría justificar un chalet de dos plantas en Vicente López y un velero en el Tigre. Los vecinos de zona norte ya no son empleados ferroviarios, como los primeros que vemos morir en la historieta. Uno menciona que se está planeando cercar un área para resguardarla de los habitantes de una villa cercana: incluso en el apocalipsis aspiran a vivir en un barrio cerrado. La idea de que estos personajes integren un colectivo está aun más desdibujada que en el cómic: más bien son un conjunto de individualidades en permanente conflicto. Narrativamente, otra cosa no tendría sentido: ¿para qué tener cuatro o cinco personajes juntos si están siempre de acuerdo y piensan igual? El enfrentamiento entre los protagonistas pasa por escapar a una casa en una isla o quedarse en la ciudad, es decir, salvarse solo o unirse a la resistencia para enfrentar al invasor.

La metáfora de El Eternauta de Oesterheld es un territorio en disputa: ¿habla del colonialismo y la lucha revolucionaria o de la libertad individual frente al colectivismo? Inevitablemente, también lo será esta serie. Acaso sea otra manifestación del eterno drama de la clase media argentina: ante las crisis y gobiernos que arrasan su modo de vida, ¿deciden abandonar, irse o quedarse para intentar recuperar un país normal? Es demasiado pronto para cerrar un sentido: el suceso final de esta primera temporada se ubica en la página 142 de una historieta de 350. No es demasiado pronto, sin embargo, para tener ganas de que ya llegue la segunda.

La banda sonora de El Eternauta: la lista de canciones que suenan en la serie del momento de Netflix

ATENCIÓN, ESTA NOTA CONTIENE SPOILERS

“La brújula anda bien. Lo que se rompió es el mundo. El mundo tal y como lo conocíamos desapareció para siempre”, le dice Alfredo Favalli a Juan Salvo en el tercer episodio de El Eternauta. La serie, basada en la historieta escrita por Héctor Germán Oesterheld y dibujada por Francisco Solano López, llegó a Netflix y se convirtió en un verdadero furor. El éxito no solo se refleja al ver el título encabezar el ranking de las series más vistas de la plataforma en la argentina, sino que además de los elogios de la crítica, en las redes sociales los usuarios celebran el nivel de producción y expresan su emoción al ver las locaciones de Buenos Aires cubiertas de nieve.

A lo largo de los seis episodios de El Eternauta se pueden escuchar canciones de Soda Stereo, Manal, Divididos y El Reloj

Se puede hablar de El Eternauta desde distintos focos: las actuaciones de Ricardo Darín, Carla Peterson, César Troncoso, Andrea Pietra, Ariel Staltari y Marcelo Subiotto, además de la adaptación del cómic a la pantalla, las locaciones y la lucha colectiva para sobrevivir. Pero, en esta serie hay algo que tiene mucha trascendencia: la banda sonora. Además de la música original, creada por Federico Jusid, a lo largo de los seis episodios se pueden escuchar distintas canciones nacionales que justamente cuentan la historia y forman parte fundamental de ella. Desde la voz de Mercedes Sosa hasta Intoxicados, a continuación todos los temas que aparecen.

La primera temporada de El Eternauta ya está disponible en Netflix

1) “No pibe” de Manal

Suena en el inicio del primer episodio, mientras en Puente Saavedra hay un cacerolazo de vecinos que reclaman por los cortes de luz. Frenado en el tránsito junto a sus amigos, Juan Salvo (Ricardo Darín) comienza a cantarla a capela para “hacer tiempo” hasta que los dejen avanzar con su auto.

La inclusión de esta canción fue “azarosa”. El director, Bruno Stagnaro, contó en una entrevista con Javi Ponzo que si bien es una escena introductoria, es “muy valiosa” porque representa “una síntesis” del trabajo. “En un momento de espera, cuando no estábamos filmando, Ricardo Darín se puso realmente cantarla y yo sentí que eso que él estaba haciendo formaba parte de lo que teníamos que incluir. Se lo fui a plantear y finalmente quedó”, dijo y explicó que el tema atraviesa distintas partes del relato y llega a su punto culmine en el sexto capítulo en un contexto completamente distinto.

“Fue genial y además tiene dos posibilidades de análisis porque en realidad estábamos en una espera típica de rodaje con un quilombo por delante de producción y dirección. Era un montón de gente en una manifestación con el cacerolazo y estábamos con Claudio Martínez Bel y Ariel Staltari esperando y de la nada, solamente por estar en un auto, empecé con ‘hay que tener un auto’, medio exagerado, y viene corriendo el asistente de Bruno y dice ‘eso, arranquen así’”, relató Ricardo en la misma entrevista.

2) “El magnetismo” de Él Mató a un Policía Motorizado

Suena al final del segundo capítulo cuando Juan es rescatado por sus amigos de la letal nieve. A bordo de una camioneta vieja que arregló Alfredo Favalli (César Troncoso), vuelven a su “guarida”. Mientras tanto, en el cielo se ven las ráfagas de luz roja que evidencian que la amenaza y el enemigo están cada vez más cerca.

“El magnetismo” del grupo Él Mató a un Policía Motorizado suena al final del segundo episodio

3) “Fuego” de Intoxicados

Se escucha en la apertura del tercer episodio en el que se introduce la historia de Inga (Orianna Cárdenas), una joven repartidora venezolana que termina refugiada con el grupo. En la escena en cuestión se puede ver el momento en el que ella reemplaza a su hermano, quien era en realidad el que tenía que cumplir con la entrega, para que este pudiera continuar con su partido de fútbol. Esta decisión es la que termina salvándole la vida.

4) “Cuando pase el temblor” de Soda Stereo

Una de las escenas claves de la serie. La mujer que le robó el auto a Juan encuentra dentro del vehículo un casete de Soda Stereo. “Al fin algo como la gente”, dice, y reproduce la canción. Mientras canta, afuera su novio es víctima de uno de los invasores. Ella advierte la situación y entre gritos es atacada por uno de los bichos y termina al costado de un barranco con el auto boca arriba. La canción vuelve a sonar en los créditos finales.

5) “Credo” (Chacarera Trunca) en la voz de Mercedes Sosa

Musicaliza uno de los momentos más importantes y apasionantes de la serie en el que Juan y las personas refugiadas en la iglesia buscan un pasadizo en la calle para regresar a su casa. Los bichos los encuentran y, para despistar a las criaturas y salvarlos, dos personas que quedaron en la catedral, la hacen arder.

«Credo» de Mercedes Sosa

6) “Caminito” en la voz de Carlos Gardel

Suena en los créditos finales del cuarto capítulo.

7) “Salgan al sol” de Divididos

La canta a capela Lucas (Marcelo Subiotto) en la primera parte del quinto episodio, cuando se dirigen a bordo de la casa rodante a la isla en Tigre, donde está la casa de Favalli para refugiarse. Pero, nunca llegan a destino.

En el quinto episodio Lucas (Marcelo Subiotto) canta

8) “Chacarera del rancho” de Los Nocheros

Es interpretada en el capítulo cinco con guitarra y bombo por algunos de los refugiados del supermercado al que llegan Juan y su banda durante una cena.

9) “Let it Snow” de Dean Martin

Suena en la apertura del sexto capítulo mientras Juan Salvo está en un centro comercial haciendo las compras de Navidad y mantiene una charla con una mujer a la que se enfrentó, de la peor manera, en el capítulo anterior durante el ataque al centro comercial.

10) “Auld Lang Syne”, de Robert Burns

Es interpretada en español en la mitad del sexto capítulo por algunos integrantes de “la resistencia” durante el entierro de Micky (Joaquín Acebo), quien murió tras el brutal ataque al comercio donde se refugiaban los sobrevivientes.

11) “Jugo de tomate frío” de Manal

Juan Salvo la interpreta en el sexto capítulo e invita al resto de los refugiados, que viajan en el tren que está a punto de estrellarse, a sumarse. En la entrevista con Javi Ponzo, el director contó que este momento de la serie está conectado con la primera escena de la historia, en la que “de imprevisto” Darín comenzó a cantar el tema de Manal, que finalmente fue incluido en la escena. “De un modo muy azaroso, regreso esa misma mística y vuelve a cantar a capela en un contexto de la invasión y la lucha”, explicó.

Durante la serie, Juan Salvo interpreta a capela dos temas de Manal,

12) “El blues del atardecer”, de El Reloj

Cuando Juan y sus amigos se instalan en un departamento para pasar la noche, ‘Tano’ encuentra un vinilo de El Reloj y lo coloca en el tocadiscos. La canción musicaliza una partida de truco, tal y como en el primer episodio, pero al final del juego, la situación se sale de control.

“El blues del atardecer”, de El Reloj, musicaliza la última partida de truco del grupo

13) “Porque hoy nací”, de Manal

Suena en los créditos finales del último capítulo, justo después de que Juan Salvo descubre quién es el verdadero enemigo. Forma parte de un final abierto, puesto que ya se confirmó que la serie tendrá una segunda temporada.

El Eternauta: el final de la serie explicado

ATENCIÓN, ESTA NOTA CONTIENE SPOILERS

Una de las producciones argentinas más esperadas de los últimos años desembarcó oficialmente en Netflix y causó una verdadera revolución. A pocas horas de su estreno, El Eternauta, una adaptación del cómic escrito por Héctor Germán Oesterheld y con dibujos de Francisco Solano López, con Ricardo Darín como Juan Salvo y la dirección de Bruno Stagnaro, ya se volvió tema de conversación en las redes sociales.

Los usuarios quedaron fascinados al ver en la pantalla distintas locaciones de Buenos Aires cubiertas de nieve e invadidas por bichos gigantes. Pero, aunque ya se confirmó oficialmente que habrá una segunda temporada, el final de la primera parte dejó a los espectadores con algunas preguntas.

El Eternauta, en Netflix: el tráiler de la serie con Ricardo Darín

La historieta en la cual está basada la serie se publicó entre 1957 y 1959 en formato serializado en la revista Hora Cero Semanal. Con el correr de los años, se convirtió en un clásico de la ciencia ficción argentina y lectura obligatoria en varios colegios secundarios. La historia, ambientada en Buenos Aires, comienza durante una noche de verano en la que se corta la luz y cae una nevada mortal que obliga a las personas a refugiarse y buscar la forma de sobrevivir. Pero, la toxicidad del ambiente y los letales bichos gigantes que aparecen no son la única amenaza, sino que se enfrentan a una fuerza misteriosa y mucho más poderosa. Juan Salvo y su grupo de amigos se darán cuenta de que si quieren vivir, tendrán que trabajar juntos, porque solo nadie se salva.

La primera temporada de la serie tiene seis capítulos de entre 45 minutos y una hora de duración. Aunque Darín ya confirmó que la historia continuará, esta entrega tuvo un final abierto lleno de interrogantes.

Tras superar la nieve y sobrevivir a un ataque en un shopping, Juan Salvo y su familia se dirigen a Campo de Mayo, donde está la llamada “resistencia”. Tras unos días allí, se sube a un tren con sus amigos y un grupo de sobrevivientes y cruzan la ciudad para dar un mensaje por radio para alertar sobre la situación. Si bien logran el objetivo, las cosas se salen de control rápidamente.

Los primeros seis episodios de El Eternauta ya están disponibles en Netflix

En el último episodio, durante una partida de truco nocturna, Lucas (Marcelo Subiotto) pierde los estribos y apuñala a Omar (Ariel Staltari). Mientras Alfredo Favalli (César Troncoso) cuida a su amigo herido, Juan Salvo sale a perseguir a Lucas. Lo encuentra en la terraza del edificio, parado al borde del abismo. Detrás de él está la cancha de River, bañado en una luz azul. “Está relampagueando”, dice con una sonrisa y, acto seguido, se lanza al vacío.

Las acciones de Lucas, su agresividad y violencia también se ven reflejadas en otros integrantes de la resistencia quienes, inesperadamente, comienzan a atacar a Juan Salvo y su grupo. Ellos piensan que se “cambiaron de bando” y los traicionaron, así que se suben a un tren y se escapan. Mientras Favalli vuelve Campo de Mayo para avisarle al resto lo que pasó, Juan va con Franco (Jorge Sesán), el maquinista, y se dirigen a la cancha de River para investigar la misteriosa luz. Cuando llegan, se encuentran con un escenario espeluznante.

Según se pudo deducir del final de la serie, Clara, la hija de Juan, estaría controlada por los invasores

Llegan a la cima de un edificio para tener una mejor visual y ahí Juan tiene una revelación: a lo largo de la historia tuvo una serie de flashes que en realidad eran visiones sobre el futuro. Eso que imaginó finalmente estaba sucediendo. “Yo estuve acá antes. Esto ya lo viví”, dice. Desde allí ven a un ejército de personas armadas, incluida la joven que vio en el tren mientras buscaba a su hija, y los bichos. En el centro hay una luz azul que esconde a una figura de manos largas y muchos dedos, una suerte de mitad humano y mitad extraterrestre. “Ese es el verdadero enemigo”, afirma Juan. “Esa cosa los controla, son como robots”, reconoce Franco.

Al final de la primera temporada, Juan Salvo entiende que enfrentan un peligro mucho más grande del que imaginaban

En los segundos finales, Salvo tiene una suerte de visión en la que ve a su hija Clara, que está en Campo de Mayo, practicando tiro, cuando él le prohibió agarrar un arma. Por la expresión de ella, y teniendo en cuenta las situaciones pasadas (como por ejemplo que no recordaba haber estado en el velero de su padrino), parecería que también está siendo manipulada mentalmente por los invasores. La cuenta de YouTube Resumiendo (series) explicó la serie y sobre este tema señaló: “Juan comprende que su hija en algún momento de regreso a casa fue controlada por la mano y que este extraterrestre es realmente el enemigo al que se enfrenta”. Al final de la primera temporada, Juan entiende que todo lo que vivieron era solo el comienzo y que los espera un enemigo aún más grande.

El final abierto planteó varios interrogantes. ¿Qué o quién está detrás de la invasión? ¿Cómo se formó el ejército? ¿Favalli logró llegar a Campo de Mayo? ¿Clara está siendo manipulada por los invasores? Estos interrogantes podrían ser respondidos en la segunda temporada. El propio Ricardo Darín contó en Olga que van a contar “toda la historia, de principio a fin. Y el final de la primera temporada no concluye”. Sin embargo, no hay fecha de estreno, puesto que además remarcó que aún no comenzaron a grabar.

La clave para cuidar la salud después de los 60, según expertos de Mayo Clinic

Consumir fibra y proteínas en el desayuno mejora la energía y la digestión, según la Clínica Mayo (Imagen ilustrativa Infobae)

A medida que las personas superan los 60 años, el cuerpo ya no responde igual a lo que antes funcionaba para mantener el nivel de energía, la movilidad o incluso la digestión.

Dormir ocho horas ayuda. Caminar también. Pero hay un hábito simple, cotidiano y muchas veces olvidado que, según la Clínica Mayo, puede marcar una gran diferencia: desayunar con proteína y fibra. Este cambio en la primera comida del día puede mejorar de forma real cómo se siente durante las siguientes horas.

Qué es la fibra y cómo actúa en el organismo

La fibra alimentaria es un tipo de carbohidrato que, a diferencia del almidón o el azúcar, el cuerpo no puede digerir ni absorber. Según explicó Mayo Clinic: “La fibra incluye las partes de los alimentos en base a vegetales que el cuerpo no puede digerir ni absorber” y, a diferencia de otros nutrientes, “pasa relativamente intacta a través del estómago, el intestino delgado y el colon, y sale del cuerpo”.

Existen dos tipos de fibra: la fibra soluble, que “se disuelve en agua” y forma un gel en el estómago que ralentiza la digestión, y la fibra insoluble, que “no se diluye en el agua” y acelera el tránsito intestinal. Ambas cumplen funciones esenciales y están presentes en distintos alimentos.

La fibra alimentaria no se digiere y actúa en el tránsito intestinal mejorando la evacuación y previniendo estreñimiento (Imagen Ilustrativa Infobae)

Por ejemplo, la fibra soluble se encuentra en la avena, el aguacate o palta, la banana y la zanahoria; mientras que la fibra insoluble predomina en “la harina de trigo integral, el salvado de trigo, los frutos secos, los frijoles y las verduras como la coliflor y las judías verdes”.

Beneficios para el aparato digestivo y la salud intestinal

Entre los efectos más conocidos de la fibra se destaca su rol en la prevención del estreñimiento. La fibra alimentaria aumenta el peso y el tamaño de las heces, y las ablanda, lo que facilita la evacuación y reduce la probabilidad de sufrir estreñimiento.

Pero su impacto va más allá del tránsito intestinal. También protege contra hemorroides y disminuye el riesgo de diverticulitis, una inflamación de pequeñas bolsitas en la pared del colon.

El papel de la fibra en la dieta incluye beneficios como menor riesgo de cáncer colorrectal y protección contra hemorroides (Imagen ilustrativa Infobae)

Además, puede contribuir a reducir la probabilidad de desarrollar cáncer colorrectal. En palabras de la entidad: “Una dieta alta en fibra también está asociada con un menor riesgo para cáncer colorrectal”.

Fibra, colesterol y corazón

La fibra soluble, en especial la que se encuentra en “los frijoles, la avena, la linaza y el salvado de avena”, puede bloquear parcialmente la absorción de colesterol de algunos alimentos. Así, disminuye los niveles en sangre de la lipoproteína de baja densidad (LDL), conocida como “colesterol malo”.

Los alimentos con alto contenido de fibra pueden tener otros efectos sobre la salud del corazón, como bajar la presión arterial y reducir la hinchazón del cuerpo, llamada inflamación.

Uno de los principales beneficios de la fibra es su capacidad para estabilizar los niveles de glucosa en sangre, lo que es clave para personas con diabetes o resistencia a la insulina. Según el medio español El Tiempo: “Ralentiza la absorción del azúcar y evita picos de glucosa”. Además, la clinica especializada detalla que “una dieta saludable que incluya fibra insoluble y soluble también puede reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2”.

Alimentos con fibra soluble, como avena y linaza, reducen el colesterol malo y mejoran la salud cardiovascular (Imagen Ilustrativa Infobae)

Este beneficio se vuelve aún más relevante en personas mayores, dado que muchas desarrollan prediabetes o diabetes tipo 2 luego de los 60 años. Comer fibra en el desayuno ayuda a mantener la estabilidad metabólica durante toda la jornada.

Un aliado para controlar el peso y la ansiedad alimentaria

Los alimentos ricos en fibra brindan una mayor sensación de saciedad, lo que permite comer menos cantidad sin sentir hambre. Además, se digieren más lentamente y suelen tener menos calorías.

A esta ventaja se suma el impacto de las proteínas, especialmente en adultos mayores. Combinar proteína y fibra en el desayuno permite prevenir el cansancio y los atracones de media tarde, funcionando como un buen combustible desde temprano.

Qué comer y cómo incorporar más fibra

No es necesario hacer cambios drásticos para sumar fibra a la dieta. Según Mayo Clinic, algunas opciones saludables son: “granos o cereales integrales como cebada, bulgur, arroz integral y pan o pasta integrales; frutas; verduras; frijoles (porotos, alubias); guisantes (chícharos, arvejas); frutos secos y semillas”.

Las dietas altas en fibra estabilizan la glucosa en sangre y previenen la diabetes tipo 2, esenciales para mayores de 60 (Imagen Ilustrativa Infobae)

En cuanto al desayuno, El Tiempo recomienda alternativas prácticas como “un tazón de avena con semillas de chía y yogur griego”, “una tostada de pan integral con palta y huevo” o “un batido con plátano, espinacas, linaza y leche vegetal”. Incluso algo simple como “un puñado de nueces con una fruta es mejor opción que cualquier bollería industrial”.

La National Academy of Medicine recomienda una ingesta diaria de fibra que varía según la edad y el sexo. En mujeres de 50 años o menos, el mínimo sugerido es de 25 gramos, y para aquellas de más de 50, 21 gramos. En el caso de los hombres, se recomienda 38 gramos hasta los 50 años y 30 gramos después de esa edad.

Anita Gutiérrez: tiene 40 años, llegó a la TV de la mano de Suar y ahora protagoniza su propia serie de Disney+

Tiene 40 años y más de 20 de carrera en el medio. Dueña de un gran currículum en teatro, cine y televisión, Anita Gutiérrez empezó a formarse desde muy pequeña aunque nunca planeó trabajar en la industria. “Había algo del teatro que me daba cierta paz que me costaba encontrar en el cotidiano; era un refugio para mí”, confiesa esta actriz y bailarina (experta en zapateo americano) que dedicó gran parte de su trayectoria al teatro independiente.

A la tele llegó de la mano de Adrián Suar, quien la descubrió casualmente sobre las tablas y la sumó al elenco de Herederos de una venganza; novela que no sólo le dio popularidad sino que fue un trampolín para títulos como Quitapenas, Sres Papis y Esperanza Mía, entre otros. En el cine también tiene sus créditos: Permitidos y El cruce de los Andes, donde interpretó a Remedios de Escalada, fueron sus participaciones más recordadas. En lo que respecta al teatro comercial, su primera oportunidad llegó en 2020 con Los Bonobos, comedia que protagonizó junto a Campi, Osqui Guzmán, Peto Menahem y Lizy Tagliani.

Anita es la protagonista de @NewMamita, una serie íntegramente rodada en México y que empezó a escribir en 2018

De hecho, esta faceta de comediante le calzó tan bien que Anita acaba de estrenar su propia comedia, @NewMamita, la madre de todas las mentiras; una serie que puede verse por la pantalla de Disney+. “Lucrecia Flores es una publicista que cuando cumple 35 empieza a ser presionada para ser madre. Sus amigas ya tienen hijos, su madre está muy deprimida y dice que lo único que la va a sacar adelante es tener un ‘niete’ (como dice ella) y en el trabajo la dejan afuera de una campaña publicitaria porque no tiene perfil de madre”, cuenta a LA NACION la protagonista de esta historia que, en clave de humor, aborda temas como la maternidad, los mandatos sociales y el fenómeno de los influencers en las redes sociales.

Ante la presión de su entorno, su personaje decide fingir un embarazo; sin embargo, a medida que pasan los meses entra en un espiral de mentiras del cual no puede salir. “La gota que rebalsa el vaso es que su novio Fede (interpretado por Antonio Gaona) le dice que quiere ser padre. Eso le destruye el corazón. Entra en una crisis y dice: ‘¿Quieren una madre? Les voy a dar la mejor mamá del mundo’. Se compra un test de embarazo, falsea el resultado y lo sube a Instagram. Ese posteo lo levanta una mega influencer mexicana y se viraliza. A partir de ahí, toda su vida se empieza a modificar con esa mentira y entra en una bola de nieve que no puede parar”, relata sobre esta trama que consta de nueve capítulos (uno por cada mes de embarazo) y que cuenta con la participación especial de Adrián Uribe, Bárbara de Regil y Eugenia “La China” Suárez.

– ¿Cómo surgió la idea de la serie y cuánto tiempo tardaste en concretarla?

-Es bastante romántica la génesis porque empezamos en 2018 con un amigo productor, Hernán Tchira, con el que ya había trabajado y de casualidad nos empezamos a cruzar en el edificio de mi casa; él hacia terapia ahí. Fuimos a tomar un café y me dijo que tenía ganas de hacer algo de humor con una actriz, así que empezamos a pilotear varias ideas y después de unos meses incorporamos a dos de mis íntimos amigos, Lucas Bianchini y Martín Vatenberg, que son también los creadores de la serie de Cris Miró. Nos interesaba cruzar un poco lo que pasa con las mujeres cuando llegan a cierta edad y los mandatos empiezan a pesar y la construcción de falsas identidades en las redes sociales; esto de lo que somos y lo que mostramos, la mentira y la verdad. Hicimos un trailer pero con un posteo de Facebook porque era 2019 y no estaba tan de moda Instagram.

-Por lo visto fue un proyecto muy a pulmón… ¿Cómo logran llegar a una plataforma como Disney+?

-Hernán logra literalmente correr a un directivo de Disney por un pasillo, le muestra el trailer y Disney nos da el visto bueno para hacerlo. Estoy muy agradecida porque una de las posibilidades era vender la idea y que lo haga otra actriz, pero teníamos un pacto de amistad de tratar de mantener el mismo equipo y que yo sea la protagonista. Nos invitaron a hacerlo en México, que era algo totalmente impensado.

-¿Por qué México?

Querían un poco de humor argentino; les gusto la acidez y ese modo que tenemos de contar. Creo que vieron que podía haber un buen match entre la cultura mexicana y la nuestra, y evidentemente fue algo muy rico. Encontramos gente muy talentosa allá que compartían las mismas inquietudes que nosotros.

-¿Cómo fue la experiencia de mudarte allá?

-Yo justo estaba haciendo Los Bonobos, terminando la tercera temporada y muy generosa y amorosamente me dijeron: “Andá”. Me fui, tuvimos un mes de preproducción y ensayos y después trabajamos 24/7, literalmente. Fueron cinco meses de rodaje. A mí me resulto intenso porque tenía el rol protagónico, y además al estar metida en el libro trabajaba muy incansablemente en todas las áreas. En lo personal, fue una experiencia transformadora. Básicamente dejé mi vida (risas), pero aprendí mucho.

-No sólo te dejaron protagonizarla sino que también te permitieron mantener tu acento…

-Sí, fue algo que quiso Disney también. Les gustaba que haya un contraste divertido entre la manera de hablar que tenemos nosotros y la manera mexicana. Nos reímos mucho porque todo el día intercambiábamos palabras y peleábamos por cómo se decían las cosas: “Se dice aguacate”, “No, se dice palta” (risas).

-¿Se te pegó alguna costumbre o alguna palabra de allá?

-Sí, las costumbres y la comida. De repente, merendaba manzanas con sal y limón (risas). Y también volví hablando medio así, “güey” (imita la tonada mexicana). Tienen una manera muy particular y hermosa de hablar ellos.

-En una entrevista previa que le diste a LA NACION confesaste que no querías ser madre. ¿Esta serie te cambió un poco la visión respecto a la maternidad?

-Empecé a escribir la serie cuando tenía 33 años y ahora la estoy estrenando con 40, entonces mi idea de la maternidad estaba más difusa en aquel momento. Yo, a mis veintipico, también decía que iba a ser madre por default, no me lo cuestionaba; pero fue pasando el tiempo y me fui dando cuenta que había cosas que no me sentaban bien. Lo que me sucede es que no tengo el deseo de ser madre. Hay una cosa para mi muy importante de encontrar el propio deseo. En mi caso, no hay presión familiar. Sí la sociedad me ha cuestionado, pero tampoco es algo que me afecte. Hay algo más profundo, inclusive por fuera del afuera, que es lo que a uno le pasa cuando se da cuenta que no tiene ese deseo. Hay un proceso interno en el que me pregunté si estaba mal no tener el deseo. Nosotras las mujeres generacionalmente estamos con este mandato de que tenemos que ser madres y que el camino es la maternidad, entonces a veces ese deseo está un poco mezclado con el deber ser. Para mí, la clave está en que las mujeres puedan identificar si tienen o no ese deseo genuino.

La actriz asegura que no siente el deseo de ser madre:

-Además de los mandatos para ser madre, la serie habla con humor de la construcción de identidades digitales… ¿Cómo te llevás con las redes?

-Tengo épocas. A mí me gusta mucho lo digital, la edición y todo lo que tenga que ver con ese lenguaje. A los 12 años, me compre mi primera filmadora, así que ya venía con ese bagaje. Hay algo de lo digital que me divierte, pero trato de no darle tanta trascendencia en mi vida. Trato de tener un límite y que no me consuma. Soy re consciente que tengo imagen pública y entiendo que las redes que son un gran vehículo para llegar a la gente. Amo que me escriban, trato de contestar todo; ese feedback es muy importante.

-Venís de familia de médicos… ¿Te cuestionaron, en esto del mandato familiar, el querer ser actriz?

-No, por suerte no. Yo siempre digo que mi familia es como de avanzada, me apoyaron un montón. Bueno, mi mamá además de ser psicóloga, es escritora. Y mi padre, que es médico, siempre me ayudo más en las cuestiones de disciplina; él me llevaba a las clases de danza cuando era chica. Cuando no quedaba en algún casting, me decía: “Si no es este, es el otro”. Yo empecé de muy chica a estudiar teatro, tenía 11.

-¿Qué hay de cierto en que fue tu terapeuta quien te recomendó ir a teatro?

-Todo cierto (risas). Había algo del teatro que me daba cierta paz que me costaba encontrar en el cotidiano. Era una niñita un poco particular, tenía algunos miedos y empecé terapia a los 10 años. Yo escribía, hacia fotonovelas con las Barbies; era muy artista entonces la psicóloga le dijo a mi mamá: “Llévela a teatro”. Y ahí empecé en lo de Hugo Midón. Tampoco tenía en claro a los 11 años que quería ser actriz. Lo único que yo sentía en las clases era que había un refugio ahí. A los seis meses me llamaron para la primera película que iba a dirigir Norma Aleandro, quedé preseleccionada y no entendía nada. No quería trabajar tampoco pero bueno, después la vida me fue empujando.

-¿Y el baile?

-También empezó de muy chica. Me gustaba el zapateo americano así que arranqué a los 14 y a los 17 ya daba clases. A medida que fui creciendo tenía muchas herramientas y eso me ayudó cuando me llegaron las oportunidades.

-¿Es verdad que te descubrió Suar?

-Sí, es verdad. Fue uno de esos golpes de suerte que he tenido. Estaba haciendo Teatro x la Identidad, una obra de Virginia Kaufmann. Justo cuando estaba por estrenar, me llamaron para trabajar en Telefe en una tira y yo dije que no por la obra. Me la jugué y a esa función fue Adrián con Griselda (Siciliani), que era muy amiga de Virginia. A la semana me incorporaron al elenco de Herederos de una venganza. Yo en tele solo había hecho un personaje chiquito en Casi Ángeles, después me dediqué al teatro independiente.

-¿Cómo tomaste esa popularidad propia de la tele?

-En ese momento, no había redes sociales y me subía a un taxi y me decían: “Vos sos Estrellita”. Fue fuerte. También había algo de aprender el oficio de la tele porque yo venía del teatro. Me acuerdo que me cargaban porque yo me re concentraba antes de grabar y la tele tiene otro código.

Anita Gutiérrez tiene un largo recorrido en el teatro del under. A mediados de mayo, debutará en el Teatro Premier junto a Verónica Llinás, Peto Menahem, Tomás Fonzi y Alejo García Pintos

-Y ahora volvés al teatro en breve…

-Sí, voy a estar con Peto Menahem, Verónica Llinás, Tomás Fonzi y Alejo García Pintos en el teatro Premier, con producción de Gustavo Yankelevich. Esta obra también habla, al igual que la serie, de los mandatos porque mi personaje es una chica que salió del clóset y nunca fue aceptada por su familia. Después de tres años, vuelve para presentar a su novia, entonces la familia trata de transformar su perspectiva para recibir a esta hija. No puedo contar más pero es desopilante. Tiene mucho humor y habla sobre la negación.

-Mirando todo el recorrido que hiciste hasta acá… ¿Costó mucho llegar?

Me pasó de todo en el camino, pero siempre tuve en claro que quedar o no quedar no era parámetro de mi vocación. No fue algo que construí mentalmente sino que fue algo que siempre sentí. Siempre supe que la fuerza de mi vocación era más fuerte que esas decepciones. Igual mi carrera no estuvo tan ligada al llamado de los otros. Yo siempre trabajé: di clases de danza, de coreografía, de teatro en lo de Hugo Midón, siempre me gustó escribir entonces tuve ahí mi nicho y mi cable a tierra. Creo que la palabra es paciencia. Es el único don que se aprende. Hoy es no, pero mañana es sí y pasado es tal vez. Yo estoy muy feliz con este presente pero también tengo los pies sobre la tierra. Mi vocación y mi arte hoy toman este vuelo y mañana quizá otro. No todo depende de uno; uno lo único que puede hacer es tratar de dar lo mejor de sí.

Una caja en un volquete, un álbum perdido en la Patagonia y un increíble archivo que reconstruye la historia colectiva del país

Un hombre abre una caja que alguien dejó tirada en la calle, al lado de un volquete, y encuentra en su interior casi 200 fotos en blanco y negro de otro siglo. Cuerpos enclenques, ranchos humeantes, niños sin zapatos, obreros a la sombra de los quebrachales. Un siglo atrás, alguien se tomó el trabajo de fotografiar la vida dura y silvestre del monte santiagueño; un siglo después, otro la recoge del borde de la basura y le da valor. Mucho más al sur, en la Patagonia, un bisnieto descubre un álbum familiar con registros inéditos de la construcción del ferrocarril. Desde Suiza, una familia conserva los negativos originales de uno de los primeros fotógrafos argentinos. Y en Bariloche, una antigua casona de madera guarda la memoria de un explorador silencioso que trazó mapas cuando la cordillera era una incógnita.

En una “ramadita” del monte se ve a los trabajadores mateando.

Son apenas algunas de las perlas que brillan en el Archivo Visual Argentino, el proyecto que lidera el escritor e historiador Juan Pablo Baliña. Una iniciativa nacida en Instagram que ya suma más de 10 mil fotografías. Un archivo colectivo, disperso, colaborativo, que busca rescatar lo que muchas veces termina incinerado, húmedo, roto u olvidado entre escombros.

“Durante años trabajé para archivos de acá y del exterior. Me quedaba mucho material afuera, fotos que no eran mías, pero que eran de todos”, cuenta Baliña. El punto de quiebre fue cuando entendió que el mayor fondo documental que tiene la Argentina no está en los museos ni en las bibliotecas, sino en las casas. En los álbumes familiares. En cajas arriba del ropero.

De sombrero oscuro y bigotes blancos, el famoso ingeniero Jacobacci.

El 90% de lo que tenemos proviene de particulares. Son familias que quieren compartir sin desprenderse. Con cualquier teléfono y un poco de esmero se puede hacer una muy buena reproducción”, explica. A través del perfil @archivovisualargentino, Baliña no solo publica las imágenes, también arma relatos, suma contexto, y —sobre todo— abre preguntas. “Generalmente, las narrativas históricas se presentan como bloques cerrados. Es un error conceptual. Nosotros tenemos un montón de dudas y las redes nos permiten mostrarlas. Decimos: ‘esto sabemos, pero esto otro no’. La cantidad de aportes que llegan a partir de eso es impresionante”.

1891. Militar de la frontera: recreación de la Estancia San Juan, hoy parque Pereyra Iraola.

La historia, dice, no se escribe solo con documentos. Se escribe también con recuerdos, emociones, asociaciones, músicas. “Lo que pasó por el corazón también forma parte del relato histórico”. Esa es quizás la médula del proyecto: correr el eje del prócer y poner el foco en el paisano. “Paisano —dice Baliña, citando a Atahualpa Yupanqui— es alguien que lleva su país adentro. Puede ser heredero del gaucho o no, pero es el que cree que esto vale la pena. Yo diría que llamar paisano a alguien es una cucarda, un reconocimiento”.

De algún modo, el Archivo Visual Argentino propone una nueva manera de pensar el pasado: menos vertical, menos académica, más afectiva. Acá no se trata de narrar la historia desde arriba, sino de habitarla desde adentro. Y en esa reconstrucción, lo que predomina está lejos de la nostalgia y más cerca de una fe inesperada: la certeza de que vale la pena recordar, porque recordar también es cuidar.

Historias de paisanos

Uno de esos paisanos fue Emilio Frey. Ingeniero formado en Suiza, regresó a la Argentina para meterse en los pliegues más inexplorados de la Patagonia. Armó balsas, trazó mapas, cruzó lagos con una frazada al hombro y una pavita colgando de la mochila. Fue el primer director del Parque Nacional del Sur, intendente de Bariloche, y hasta el Perito Moreno —su jefe— lo admiraba con reverencia.

Emilio Frey fue el gran referente de la Comisión de Límites con Chile en la zona del Nahuel Huapi. Bautizó numerosos ríos, lagos y cerros.

Vivió sin buscar aplausos, esquivando homenajes. Siempre fue el segundo. Pero era él el que plantó la carpa cuando no había nadie, el que trazó los caminos, el que prohibió la tala de bosques nativos. Era de esos que prefieren servir antes que figurar”, cuenta Baliña. Hoy su antigua casa de madera se conserva restaurada, gracias a un acuerdo entre la familia y una marca de indumentaria que quiso preservar su legado.

El Perito Moreno con su admirado Emilio Frey.

Otra historia es la de Guido Jacobacci, bisnieto del ingeniero que diseñó y construyó todo el ramal patagónico que lleva su apellido. Mandó un álbum con fotos inéditas de la obra monumental. “Me encontré con un material increíble. Nadie había visto esas imágenes. Son un registro íntimo del trazado del ferrocarril”, dice Baliña.

Una locomotora descarrilada y el guinche que intentará ubicarla nuevamente en su huella de acero.La familia Jacobacci cruzando el Río Negro.

También está el aporte de la familia Ayerza, que conserva los negativos originales de Francisco “Paco” Ayerza, uno de los primeros fotógrafos aficionados del país. En 1891, Paco y su amigo Leonardo Pereyra recrearon escenas del Martín Fierro en su estancia, hoy parque Pereyra Iraola. Las fotos —con sus personajes disfrazados de gauchos— parecen sacadas de un sueño criollo.

1891. “Matando el tiempo” en un rancho de la campaña.1891. La china enancada en el overo, estancia San Juan, hoy parque Pereyra Iraola.1891. Francisco Paco Ayerza y su amigo Leonardo Pereyra recrearon las escenas del Martín Fierro en la Estancia San Juan, hoy parque Pereyra Iraola.

Baliña realiza además investigaciones históricas para familias y particulares que desean resguardar y poner en valor sus historias. Ha realizado trabajos históricos de casonas, capillas, estancias, fábricas y hasta de antiguos hoteles. Lo hace combinando la fotografía y el trabajo de archivo. Muchos de esos trabajos terminan en libros. Con las mejores historias del Archivo Visual del año 2024 prepara un libro que se llamará Paisanos 1. “Son historias particulares de los que llegaron, de los que ya estaban, de los gauchos y los indígenas. Hay mucha gente que quiso y quiere mucho a su país. A veces se cree que no son tantos, pero yo te digo: son un montón”.

Circa 1930. Acopio de durmientes en el obraje del Chaco Santiagueño: con ellos se construyó el tendido del ferrocarril de todo el Norte argentinoEn el medio del obraje se trazaron vías para poder llegar al corazón del monte y salir de allí con su madera.

Los mensajes le llegan todos los días. “Che, tengo este álbum. ¿Te sirve?”. A veces le desbordan el tiempo. Otras veces le hacen llorar. Como aquella vez que encontró las únicas imágenes que existen del obraje chaqueño en Santiago del Estero. Un lugar del que hay cientos de investigaciones y cero fotos. “Eso que estaba tirado era la oportunidad de conocer un mundo que ya no existe. Con lujos y detalles. Y alguien lo rescató”.

Escenas del único registro visual del obraje santiagueño.

No todo el mundo valora esas cajas polvorientas. La mayoría se tira. “Hay una revalorización de la foto analógica, sí, pero no alcanza. Si no aparece alguien que entienda lo que valen, esas fotos se pierden para siempre”.

Por eso, dice, el archivo no es un museo. Es un ejercicio de memoria compartida. Una práctica de reconocimiento. Lo que propone, en el fondo, es un acto de fe: creer que los recuerdos de otros también son nuestros. Que las vidas comunes merecen ser contadas. Y que reconstruir esa historia, entre todos, también puede ser una forma de futuro.

Lucía Puenzo anunció el principio del rodaje de la película basada en la vida de Pepita la Pistolera

Lucía Puenzo brindó una actualización del estado de su postergado proyecto, La Pistolera (La leyenda de Pepita), basado en la vida de la popular delincuente marplatense Margarita Di Tullio. En este caso, las noticias fueron buenas: en su cuenta oficial de Instagram la escritora y directora anunció que la filmación comienza la semana próxima.

“Después de un año de escritura y semanas de lecturas y ensayos, la semana que viene empezamos rodaje con este tremendo equipo y elenco. ¡Qué suerte tengo de tener este equipo! Hacer cine con ustedes es un refugio en la hecatombe social que vivimos. Gracias Lucas Jinkis y Buena Vista por la confianza. ¡Ahí vamos Mar del Plata! Viva el Cine Argentino”, escribió Puenzo, y arrobó a parte del elenco, compuesto por Luisana Lopilato, Charo López, Camila Peralta, Claudio Tolcachir Alberto Ajaka, Esteban Bigliardi, Gustavo Bassani, María Riot, Marcelo Subioto, Katrina Punk, Eliana Quilla y Lautaro Bettoni. La realizadora, además, compartió una serie de imágenes en las que puede verse a los actores caracterizados como sus personajes.

Esta semana, la protagonista del film, Lopilato, le había adelantado a LA NACIÓN que ya estaban ultimando detalles y que creía que la filmación comenzaría la semana próxima en Mar del Plata. “Me encantan los proyectos que involucran historias reales y tenía ganas de contar la historia de una mujer fuerte. No era normal ver una mujer en los ochenta rodeada de hombres y siendo la jefa. Y es un poco lo que se está viviendo hoy en día. Como que todo el tiempo estamos peleando otra vez. Ahora, a mí no me baja nadie, Margarita de Tullio se la banca. Entonces, quería contar esa historia y así empecé a juntar todas las piezas: qué se necesitaba para llevarla a cabo, quién tenía los derechos, cómo se podía hacer, si se podía lograr. Después, pensamos en Lucía. Para mí, esta película tenía que ser dirigida por una mujer, indicó la actriz, que también cumple el rol de productora.

“Tuve la posibilidad de estar un poquitito más metida atrás, pero después están todos productores que sostienen con sus compañías. Yo apoyé más desde las charlas, desde querer empujar el proyecto, y aprendí un montón. Fue una manera de arrancar algo que quiero hacer en un futuro, que es producir e ir a buscar los proyectos que me gustan, ya sea para actuarlos o para que otros actúen. Esto me dio un empujoncito, siento que ahora empezó ese camino”, precisó, sobre su nuevo rol detrás de cámaras.

En septiembre de 2024 se dieron a conocer las primeras imágenes de Lopilato caracterizada com Di Tulio. En aquella ocasión, la actriz indicó: “Empezar a trabajar la caracterización del personaje es mi primera aproximación a Pepita. Me entusiasma mucho meterme en la piel de una mujer con tantos matices, es un desafío actoral muy grande para mí y tengo una gran ilusión por hacerlo junto con Lucía Puenzo, una directora a la que admiro mucho”.

Luisiana Lopilato caracterizada como Pepita la Pistolera

En abril de ese año, la actriz le decía a LA NACIÓN: “Estoy muy contenta. Creo que es como un hijito para mí, porque hace muchos años que vengo atrás de este proyecto, de querer hacerlo, de poder producirlo. Pero alguien ya me había ganado de mano, Lucas Jinkis; él ya tenía los derechos para contar la historia de Pepita. Y bueno, me junté con él y le dije todas las ganas que tenía de hacer este proyecto, de llevarlo a cabo sea como fuera”.

Al final, pudo convencerlo. “Lucas me dejó la puerta abierta y me dijo: ‘Bueno, empecemos a ver a buscar gente que quiera estar, que quiera poner plata e invertir en la película’. Me tocó tener las conversaciones, quizás un poco difíciles, para pedirle a gente que confía en mí que ponga dinero. Y así, de la nada, la película empezó a tomar forma. Era un sueño para mí porque me gustan los desafíos y me moría por trabajar con Lucía. Yo estaba convencida de que esta película tenía que ser dirigida por una mujer, sobre todo porque el poder que tenía la mujer en los 80 no es el mismo que tiene hoy, y Pepita fue una mujer muy respetada, muy imponente para la época”, le contó la actriz a este medio.

Y explicó: “A mí me gustan mucho las películas que están basadas en vidas reales; esas son las películas que miro y me gustan, me atraen. Siempre estoy buscando como actriz proyectos y cosas para hacer, te ofrecen libros, y un día, buscando, empecé a leer sobre ella y me pareció interesante. Es un gran desafío para mí y por supuesto que estoy ensayando mucho con Lucía y con mi coach, Sebastián Romero. Me pasa que hasta en los mismos ensayos necesito la máscara, porque yo no quiero que vayan a ver a Luisana Lopilato, quiero que vayan a ver a Pepita”.

La trama del film, escrita por Puenzo en colaboración con Andrés Gelós y Tatiana Mereñuk, recorre el derrotero de Margarita Di Tullio, la famosa criminal que revolucionó el negocio de la prostitución al rescatar y empoderar a mujeres víctimas de trata y se transformó en leyenda luego de un triple crimen en defensa de su familia.

Según se informa en la gacetilla, “en 1985, una madre de un recién nacido mata a tiros a tres delincuentes que irrumpen en su casa. El caso se vuelve hipermediático y ella es bautizada ‘Pepita, la Pistolera’. Pero no es la mujer inocente y vulnerable que todos creen. Antes de convertirse en asesina, Margarita Di Tullio ya era una ladrona profesional y una maestra del engaño. También, la madama más glamorosa de Mar del Plata en un mundo dominado por hombres. El triple crimen solo hace crecer el mito de esta reina del hampa, la mujer más famosa de la historia criminal argentina”.

¿Quién fue Pepita, la pistolera?

MARGARITA DI TULIO DURANTE EL PROGRAMA MEMORIA EN CANAL 9 EL 29/4/97

El nombre de Margarita Di Tullio saltó a los titulares en 1985, cuando mató a tiros a tres delincuentes que irrumpieron en su

casa con un revólver calibre 38, supuestamente con fines de robo, aunque siempre se sospechó de que iban a cobrar una cuenta pendiente. El hecho fue tratado en un juicio por triple homicidio.

La Justicia consideró que la acusada actuó en legítima defensa y le concedió la libertad. El caso se volvió mediático y la autora del triple crimen fue bautizada como “Pepita, la pistolera”. Antes de convertirse en asesina, sin embargo, ya era una ladrona profesional y una maestra del engaño. También supo ser la madama más glamorosa de Mar del Plata en un mundo dominado por hombres y llegó a regentear durante décadas dos whiskerías en la zona del puerto marplatense.

Más tarde, su nombre volvió a aparecer en causas judiciales, primero cuando estuvo imputada de organizar el crimen del fotógrafo José Luis Cabezas y, años después, por pagar coimas a un juez para que liberara a cuatro hombres que estaban detenidos en la cárcel de Batán.

Di Tullio falleció a los 61 años en 2009 como consecuencia de una grave enfermedad en el Hospital Privado de la Comunidad de Mar del Plata, al que había sido derivada en un avión sanitario luego de sufrir un accidente cerebrovascular mientras estaba de vacaciones en la provincia de San Juan.

La mansión que ya no es: qué pasó con el escenario protagónico de una premiada serie tras los incendios de Los Ángeles

Con un padre comerciante y explorador inmigrante de Laredo (Cantabria), Antonio Armiño, nacido en 1804 en Abiquiú, Nuevo México es casi un desconocido en términos biográficos. Sólo se sabe que, como su padre, también se dedicó al comercio en la ciudad de Santa Fe, Estados Unidos. Y no queda claro en los registros históricos sobre qué lo llevó a lanzarse a una vida de aventurero con la intención de abrir una ruta hacia el noroeste. A sus 25 años, fue el pionero de una caravana mercantil que partió de su ciudad natal el 7 de noviembre de 1829 con destino a Los Ángeles. En su paso atravesó los actuales estados de Colorado, Utah y Nevada para terminar en California. Tardó 86 días para recorrer algo más de 1900 kilómetros. Justo en Navidad, mientras acampaban, decidieron rastrear fuentes de agua. Localizaron un valle con manantiales y campos en medio del desierto. Armiño se deslumbró por el sitio y lo llamó Las Vegas (tierras fértiles).

Las Vegas

La historia de los casinos en la ciudad se inició con el Pair-o-Dice Club, construido en 1931, y el El Rancho Vegas, inaugurado en 1941. Más tarde llegaría Sinatra y su troupe integrada por Dean Martin, Sammy Davis Jr., Peter Lawford y Joey Bishop. Desde entonces, Sin City (la ciudad del pecado) se ha convertido en eje de grandes espectáculos, con figuras célebres. Desde Elvis Presley y Celine Dion, a Elton John y Mariah Carey.

En esta escena de dorados y brillos se arrellana Hacks, una ficción que va por su cuarta temporada. Protagonizada por dos mujeres personales, fuertes y contrapuestas, narra la vida de Deborah Vance (Jean Smart) y Ava (Hannah Einbinder, sobrina de Paul Newman). La primera una experimentada comediante de los escenarios de Las Vegas que cae en desgracia y la segunda, una guionista irreverente y posmoderna en busca de trabajo. Con su antagonismo como bandera, terminan trabando un vínculo que revela el valor de la amistad, la fidelidad y los traspiés que pueden aparecer en estas relaciones.

La mansión de la premiada serie Hacks quedó bajo el fuego en los incendios de Los Ángeles y solo queda lo registrado en los distintos episodios.

Nominada en 32 ocasiones para los Emmy (obtuvo 10), ganadora de Globos de Oro y otros galardones del Sindicato de Guionistas (WGA), del Sindicato de Actores (SAG) y Critics Choice Awards, lleva su escenario clave a Las Vegas, al ficticio Palmetto, donde Palazzo hace las veces de los exteriores del resort, pero los interiores fueron filmados en el Millennium Biltmore Hotel en el centro de Los Ángeles. Sin embargo, la tercera protagonista, ya ha abandonado la serie.

Bel Air y la casa que ya no está

A la hora de crear la vida diaria del personaje a cargo de Smart, los creadores pensaron que Deborah debía vivir en un lugar como el lujoso complejo residencial Enclave de Las Vegas, donde algunas celebridades como Steve Wynn y David Copperfield tienen sus mansiones. Así nació la idea de inspirarse en una casa de Altadena, en Bel Air, que se convirtió en residencia de la celebridad de la ficción. Construida en 1915, y de estilo colonial español, fue la vivienda elegida para recrear los exteriores lujosos de la puesta.

Hacks

Había aparecido por primera vez en la primera temporada y lo siguió haciendo en las subsiguientes. También lo hace en la cuarta, precisamente porque su rodaje dio inicio en la propia mansión como una de las principales locaciones. Según declaraciones en ocasión de la finalización del rodaje, Scott Kradolfer, responsable de estas elecciones afirmó: “Altadena fue clave en estos últimos capítulos, porque allí tiene lugar el comienzo de la trama, y no sólo filmamos en el exterior de la casa, sino que también lo hicimos en la calle, en el patio delantero, en toda el interior y en gran parte del patio trasero”.

En ocasión de los incendios de Eaton, que mataron al menos a 17 personas y destruyeron más de 9000 edificios, convirtiéndose en el quinto incendio forestal más mortal y el segundo más destructivo de los Estados Unidos, también se perdió esta mansión, junto a la cercana casa Crank, donde se filmaron Matilda, Scream 2 y Atrápame si puedes, la propiedad donde se filmó Step Brothers, así como la famosa calle Rubio, que alberga una de las mansiones más utilizadas en películas y series de televisión como Negocios riesgosos y This Is Us.

En el mismo sitio fueron destruidos el Altadena Town & Country Club, visto en Mad Men, Starsky & Hutch, Van Wilder y The Wonder Years, y el anfiteatro de American Pie 2 y Ghost Whisperer.

Según los registros inmobiliarios, la propiedad utilizada para Hacks se vendió por última vez en el año 2000 por 1,5 millones de dólares, pero se desconoce la identidad de su propietario actual. Para fines del año pasado estaba valuada en 4,65 millones de dólares. Desde sus comienzos fue alquilada para producciones cinematográficas primero, y de streaming más tarde. El primer uso tuvo lugar en la película de Max Linder “Siete años de mala suerte” de 1921. Pero numerosas series la han tenido como protagonista, entre ellas “Knots Landing”, “Ratched” y, recientemente, “Palm Royale” .

No sólo su arquitectura colonial del renacimiento español era icónica, sino que su tono rosado la hacía casi única en su tipo. Contaba con más de 650 metros cuadrados de espacio habitable, distribuidos en cinco dormitorios y seis baños. Con la opulencia perfecta para el personaje de Vance, la fachada de la casa ofrecía, además, vistas a una piscina impecable y un exuberante paisaje tropical.

Hacks

Glamour a lo Versalles

La mansión de la premiada serie Hacks quedó bajo el fuego en los incendios de Los Ángeles y solo queda lo registrado en los distintos episodios.

Aunque podría parecer una reencarnación de Liberace, todos los excesos que se ven en la ambientación han sido equilibrados de un modo maestro por el diseñador de producción Jon Carlos (también a cargo de Palm Royal y Weestworld, entre otras), ganador del Premio del Sindicato de Directores de Arte al Diseño de Producción Destacado. En su composición intentó crear una imagen de hiperrealismo y profundidad en los escenarios.

“Se emplearon ciertos elementos de diseño en la habitación para mostrar una lucha de poder entre el pasado exitoso de Vance y su presente -publicó en sus redes sociales-. Si bien a primera vista parece opulenta, la ilusión comienza a desvanecerse al observarla con más atención. Las cortinas decorativas carecen de cierto volumen, con rieles y ganchos expuestos montados en el techo. La iluminación de riel vintage y el sistema de climatización no se han actualizado en décadas. Se pueden vislumbrar paredes de hormigón con conductos expuestos en algunas esquinas traseras. Las paredes pintadas de alto brillo muestran evidencia de retoques excesivos, capas de pintura aplicadas a lo largo de los años como maquillaje espeso sobre un rostro envejecido que intenta ocultar las imperfecciones”.

En la puesta se captura toda la vida de Deborah en la casa entera. Desde la sala, se puede ver la oficina de Marcus (su asistente), la suya, el comedor y la puerta principal en diagonal. Se trató de mezclar las antigüedades con piezas contemporáneas de arte que contrastaran con el estilo de los sofás o las sillas.

Hacks

A diferencia de los coloridos mundos del Casino, en su cocina y cuarto de maquillaje se usó una paleta de grises. La enorme escala de la mansión no solo servía para que Deborah exhibiera su riqueza, sino para que actuara como una fortaleza. La gama de tonos rosados llevan el exterior al interior y ofrece un cierto toque retro. La joya de la ambientación, no sólo por su eje en la soledad de Deborah en su casa, sino también por la estética, es la colección de saleros y pimenteros que están guionados.

Hacks

Aún quedaban algunas escenas para grabar cuando sucedieron los incendios. Todo el interior ha sido montado en estudios televisivos para culminar las necesidades del libreto. De la mansión sólo quedó en pie la fachada.

Flow en el Zócalo de CDMX: Gints Zilbalodis, director de la cinta, se toma selfie con asistentes

Gints Zilbalodis, director de la cinta ganadora del Premio Oscar a Mejor Película Animada, 'Flow', se tomó una selfie con los asistentes. Crédito: X/@CulturaCiudadMx y X/@alefrausto.

Como se fue anunciado durante algunas semanas, la película de ‘Flow’ se proyectó de manera gratuita en el Zócalo de la Ciudad de México.

Esto como parte de los festejos del Día del Niño en la capital del país, de acuerdo con información de Clara Brugada, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, quien señaló que fue instalado el ‘Zocalito de las Infancias’ y la cinta ganadora del Premio Oscar a ‘Mejor Película Animada’ cerraría este evento en la Plaza de la Constitución.

La proyección del filme animado ocurrió el pasado miércoles 30 de abril en el Zócalo de la Ciudad de México, donde estuvo presente Gints Zilbalodis, director de la película multipremiada.

Asimismo, el creador de la cinta, originario de Letonia, se tomó una selfie con los asistentes momentos antes de la proyección de ‘Flow’, misma que compartió en sus redes sociales oficiales.

Gints Zilbalodis, director 'Flow' se tomó una selfie con los asistentes a la proyección de la cinta ganadora del Premio Oscar en el Zócalo de la Ciudad de México. Foto: X/@gintszilbalodis.

El director, originario de Letonia, acompañó la fotografía publicada en sus redes sociales con un mensaje que decía: “Señor Flow in México“. De igual manera, subió otra imagen, donde se observa el Zócalo de la Ciudad de México lleno de personas que esperaban ver la película.

Pero esta no fue la única sorpresa que se llevó el ganador del Premio Oscar por la cinta animada; también Clara Brugada, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, destacó la visita y presencia de Gints Zilbalodis y le otorgó un regalo.

La mandataria capitalina mencionó que 15 mil personas en el Zócalo de la Ciudad de México asistieron a la proyección de la película en la capital del país y le entregó al joven director un gato elaborado con arte huichol.

Clara Brugada, jefa de Gobierno de la capital del país, le entregó un gato hecho con arte huichol al director de la cinta. Crédito: Cuartoscuro.

Palabras de Gints Zilbalodis en el Zócalo de la CDMX antes de la proyección de ‘Flow’

Luego de que Clara Brugada destacara la asistencia del director de la película, Gints Zilbalodis expresó unas palabras por la proyección de Flow en el Zócalo de la Ciudad de México.

“Muchas gracias, México. Gracias por estar aquí. Son los mejores fans de todo el mundo”, fueron las primeras palabras del joven director.

Señaló que recordará esta noche como una de las más especiales en su vida, ya que dijo que la “Ciudad de México es un lugar muy especial”.

Asimismo, en las redes sociales de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, compartió una selfie de ella junto con Gints Zilbalodis, quien aseguró disfrutar el país, ya que desde hace días se encuentra en tierras mexicanas y ha visitado muchos lugares de la capital, como: Coyoacán.

Clara Brugada, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, aprovechó la presencia del director de la cinta animada para tomarse una selfie con él. Foto: X/@ClaraBrugadaM.

Daiky Gamboa despejó dudas sobre si Karol G está embarazada en el estreno del documental de la cantante en Netflix

Durante el lanzamiento de 'Mañana fue muy bonito', el mejor amigo de Karol G tomó el micrófono y se pronunció acerca de los rumores de embarazo de la cantante - crédito @daikygamboa/Instagram y Juan David Duque/Reuters

Karol G acaparó la atención durante los últimos días de abril, luego de que estuviese alejada de las redes sociales durante el inicio de 2025. Y es que tras el cierre del Mañana será bonito World Tour en 2024 con su presentación en Rock In Rio, la cantante ​se tomó un descanso luego de un año y medio de presentaciones por todo el mundo en el que se concentró en su faceta empresarial, apoyando el lanzamiento de una serie de establecimientos en Medellín durante los últimos meses de 2024.

Pero con el nuevo año hubo silencio absoluto, y hasta se supo que Jessica Giraldo, hermana y mánager de la artista, canceló todas sus apariciones públicas del presente año, motivo que disparó rumores de embarazo de la colombiana, fruto de su relación con Feid

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A mediados de abril Karol G volvió a mostrar actividad en redes sociales, publicando unas fotos en la playa (posteriormente se supo que estaba en Jamaica), luciendo su figura, saliendo al paso de los rumores de embarazo. Sin embargo, algunos de los usuarios de redes sociales pusieron en duda que se tratara de fotografías tomadas recientemente.

'Manana Fue Muy Bonito' se publicará en Netflix el próximo 8 de mayo - crédito Juan David Duque/REUTERS

Las dudas sobre el tema se despejaron el pasado 30 de abril, cuando Karol G hizo su primera aparición pública del año para presentarse en la premier de su documental Karol G: Mañana fue muy bonito, que se estrenará en Netflix el próximo 8 de mayo.

Ante la expectativa, la cantante lució un vestido negro en el que, de nuevo, lucía su figura tan estilizada como acostumbra. Por si fuera poco Daiky Gamboa, el mejor amigo de la cantante, se refirió al tema en medio del evento celebrado en el Museo de Arte Moderno de Medellín.

Daiky se subió al escenario principal acompañado de la presentadora Laura Tobón y estuvo interactuando con los asistentes constantemente. En un punto quiso resaltar la autenticidad de Karol G y su valor como mujer. “Ella es un amor como hija, amiga, novia, artista… es exactamente igual”, expresó.

En ese momento varios asistentes le gritaron que si también era un amor como “mamá”, haciendo referencia a los rumores de su embarazo. Esto fue aprovechado por Daiky para dar respuesta a la pregunta que mantiene en vilo a sus seguidores desde hace meses, negándolo rotundamente.

“No, no, no, de una vez les acabo el rumor”, afirmó Daiky entre risas.

¿Y Feid?

Feid fue una de las ausencias más sonadas en el estreno de 'Mañana fue muy bonito' en Medellín - crédito @feid/Instagram

Aunque el estreno de Mañana fue muy bonito contó con la presencia de celebridades como Alejandra Azcárate, Cristina Hurtado, Lina Tejeiro, Maleja Restrepo o Lenny Tavarez, una de las ausencias más sonadas fue la de su pareja, Feid.

Según trascendió, el Ferxxo (que fue invitado especial de Ty Dolla $ign durante la presentación del rapero en Coachella), no pudo estar presente en la premier de Karol G por temas de agenda, pues se encontraba presente en la gala de los premios Ascap celebrada en Los Ángeles.

Estos galardones, que se encuentran entre los más prestigiosos de la industria musical, son otorgados por la American Society of Composers, Authors and Publishers (Ascap), con el fin de celebrar los logros de compositores, letristas y editores musicales de distintos géneros incluyendo el pop, el R&B, el country, la música cristiana y, en este caso, las producciones latinoamericanas.

Feid, por segundo año consecutivo, fue reconocido con el premio de Compositor/Artista del Año por segundo año consecutivo, como reconocimiento a su participación en canciones como Perro Negro (con Bad Bunny), Bubalu y Luna. Además, y pese a no estar presente en la ceremonia, Karol G también recibió un galardón a Canción Latina del Año por el tema QLONA, en el que colaboró con Peso Pluma.